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Jun

2011

“Las garantías no entorpecen el trabajo de la Policía”

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(Piura).- Ante las recientes críticas al Nuevo Código Procesal Penal, el Dr. Percy García cree que aún hay “cierta resistencia inconsciente” al cambio que nos propone el nuevo proceso penal.

Por Julio Talledo. 20 junio, 2011.

(Piura).- Ante las recientes críticas al Nuevo Código Procesal Penal (NCPP), el Dr. Percy García Cavero, experto abogado penalista de la Universidad de Piura, cree que aún hay “cierta resistencia inconsciente” al cambio que nos propone el nuevo proceso penal.

Se escuchan nuevas voces críticas al NCPP; una de ellas, la más reciente, es que “dificulta el trabajo de la Policía, al ser demasiado garantista de los derechos de quienes infringen la ley”…

Considero que los ciudadanos deben tener en cuenta que la Policía no es infalible y que muchas veces puede que las circunstancias o conclusiones apresuradas lleven a tener como culpable a alguien que realmente no lo es. Las garantías existen precisamente para evitar esta situación, no para entorpecer el trabajo de la Policía. Sólo con una persecución penal garantista se preserva al sistema penal de detenciones y condenas arbitrarias. Puede ser que a la Policía le pese el nuevo modelo garantista, pero no porque se haya pasado de muchas garantías a demasiadas garantías, sino de muy pocas garantías a un conjunto razonable de garantías. La violencia no solamente proviene de los delincuentes, sino que puede provenir también del propio Estado y, por ello, las garantías buscan evitar ese exceso en el uso de la fuerza pública y la persecución penal.

Las autoridades policiales dejan entrever que ellos trabajan en capturar delincuentes, pero que la ley les permite salir, porque si no hay flagrancia no hay prueba contundente…

No dudo del abnegado trabajo policial, pero no comparto la opinión de que si no hay flagrancia, no hay prueba contundente. Desde hace mucho la criminalística ha desarrollado mecanismos y procedimientos adecuados para determinar la responsabilidad penal a partir de evidencias, especialmente de las que se encuentran al principio en la escena del crimen. Puede ser que el déficit de la persecución penal esté, más bien, en los departamentos de criminalística que no están debidamente equipados para hacer las pesquisas necesarias. Pero lo que se tiene que hacer no es volver a un proceso en el que se presuma la culpabilidad, sino pedir mayores recursos y capacitación técnica para la labor de investigación penal. No se trata de retroceder, sino de avanzar.

Se critica que la ley ordena que si en 24 horas no se acumulan y presentan todas las pruebas del delito, el sospechoso sale libre, incluso hay delincuentes que en un solo mes los han detenido tres veces…

No es tan exacta esta afirmación, pues no se trata de juzgar al detenido en 24 horas, sino de reunir suficientes elementos de convicción (graves y fundados, dice el NCPP) que vinculen al imputado con la comisión de un delito, para poder dictarle prisión preventiva. Y esto no tiene nada de irrazonable, sino que se corresponde plenamente con el principio de presunción de inocencia. Si no se está de acuerdo con esta presunción, entonces habría que cambiar la Constitución y establecer una presunción de culpabilidad, en virtud de la cual se podrá mantener detenido a un sospechoso mientras no pruebe su inocencia. Dudo que la sociedad actual se incline por un modelo como éste.

La Policía habla de “replantear nuestro NCPP, adecuarlo a nuestra realidad porque no es contundente contra la delincuencia común”…

Creo que, sin negar la necesidad de que el Derecho establezca postulados factibles, también es verdad que las prácticas policiales deben igualmente adecuarse a una lógica más garantista. Puede ser que a la Policía le cueste ajustarse a parámetros garantistas más estrictos, pero a la larga eso le dota de mayor legitimidad frente a la ciudadanía. El mayor trabajo que el garantismo le puede significar a la Policía redundará, sin duda, en una mayor credibilidad social.

¿Qué se puede hacer? Se habla de más capacitaciones, más audiencias públicas, ¿es lo más indicado?

A la capacitación nunca se puede renunciar, de lo contrario cerraremos los ojos frente a nuevas herramientas para hacer mejor las cosas. Pienso que hay un cambio de ideología en el nuevo proceso penal que nos resistimos inconscientemente a hacer. Pero es necesario hacerlo. Y posiblemente las capacitaciones terminen por internalizar el cambio y hacer más natural el funcionamiento del nuevo sistema.

El experto

–        El Dr. García Cavero es profesor de Derecho Penal y Derecho Penal Económico de la Universidad de Piura.

–        Profesor de la Academia Nacional de la Magistratura y de maestrías en universidades de Colombia, España, Ecuador, Chile y Argentina.

–        Fue miembro de la Comisión encargada de elaborar un Anteproyecto de Ley en materia penal, procesal penal y penitenciaria con especial referencia a la criminalidad organizada.

 

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