05

Oct

2011

Erick Arauco Moreno

Por Julio Talledo. 05 octubre, 2011.

La evolución del teléfono móvil puede ser comparada con la de las computadoras personales (Las PC, por sus siglas en inglés: Personal Computers), las cuales, al principio, crecían en hardware y software, tanto que pasar del sistema operativo Windows 3.1 a Windows XP tomaba pocos años. Hoy, somos testigos de nuevas versiones como Windows 8.

En esta misma línea, presenciamos la aparición de otro actor: Internet. La gran red ofrece más ventajas que desventajas, pero al estar conectados a otros equipos nos enfrentamos ante algo no muy grato: los virus. Para evitar los perjuicios que estos ocasionan, y como ya es una sana costumbre, debemos actualizar nuestro antivirus, caso contrario, estaríamos expuestos a un cruel ataque.

Regresando a los teléfonos móviles, su evolución ha sido tan rápida que hemos pasado de entusiasmarnos con los mensajes de texto (SMS) y voz, a darnos cuenta de que hoy tenemos una pequeña PC en nuestras manos: los Smartphones o teléfonos inteligentes.

Los teléfonos inteligentes ofrecen una capacidad de almacenamiento y procesamiento de datos muy superior, si lo comparamos con lo que las PC ofrecían en sus inicios. Con esas ventajas, es indispensable el acceso a Internet para estos equipos y, por ende, la aparición de virus es cada vez más frecuente.

Como hemos dicho, un Smartphone es prácticamente una pequeña PC. Este equipo permite almacenar información, acceder a correo electrónico, navegar por Internet, entre otras ventajas. Su característica principal: es una máquina virtual que alberga y ejecuta aplicaciones muy desarrolladas.

En el mercado existe un sinnúmero de desarrolladores de aplicaciones móviles. Así, podemos descargar aplicaciones, juegos, y todo aquello que necesitemos en nuestro Smartphone; pero, la advertencia es la misma que se hace respecto a las computadoras personales: ¡Cuidado con lo que descargas!

Un Smartphone define una plataforma propia (Android, Windows Mobile, J2me, etc.), y por ello es factible que alguien desarrolle aplicativos con la finalidad de tomar el control del equipo, robar información o simplemente hacer daño.

El procedimiento de posible daño siempre será el mismo: se reciben notificaciones bajo cualquier modalidad (SMS, Bluetooth, MMS o correo electrónico) invitando a realizar alguna descarga o abrir algún archivo adjunto; una vez descargado, no hay marcha atrás: el virus tomó control de nuestro equipo.

¿Cómo saber si nuestro equipo ha sido atacado? La respuesta no es tan simple. Debemos siempre ser observadores del comportamiento de nuestro teléfono. Un equipo atacado presenta las siguientes características: lentitud al abrir cualquier elemento, aunque a veces esto no es consecuencia de algún virus; envío de mensajes de texto sin que lo hayamos hecho; y conexiones inalámbricas que se activan en cualquier momento.

Es necesario reiterar que un Smartphone es un equipo con características similares a una computadora personal; por lo tanto, debemos tomar las mismas previsiones de seguridad que tenemos para ellas; es decir, adquirir antivirus (en este caso para equipos móviles), sino perderemos nuestra información y –posiblemente- dinero, una y otra vez.

Docente.

Escuela Tecnológica Superior.

Universidad de Piura.

Artículo publicado en el diario El Tiempo, miércoles 5 de octubre de 2011.

 

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