Por Silvia Viera Morán

Por Julio Talledo. 25 octubre, 2011.

«Piura bella, Piura hermosa// el sol, tu rey, tu linda gente// tus verdes campos, desierto indómito// en donde nace mi inspiración… » Así canta Vierzar, honorable compositor del pueblo; lo enunciado es parte de su halago, de su saludo a Piura. Desde siempre, sus poemas y canciones me llevaron a preguntarme ¿qué es la inspiración?, ¿cómo nace? ¿Acaso será los sentimientos que motivan el canto o la composición de versos que hablan de la pasión del piurano plasmada en una marinera o en estribillos a Miguel Grau?

Posiblemente, la inspiración sea el conjunto de emociones y pasiones que despierta en nosotros un objeto, una persona o un hecho y que nos lleva a componer textos. Según el DRAE, “inspiración” procede de la raíz latina inspiratio, onis y sus acepciones son las siguientes: 1. Acción y efecto de inspirar o inspirarse. 2 Ilustración o movimiento sobrenatural que Dios comunica a la criatura. 3. Efecto de sentir el escritor, el orador o el artista el singular y eficaz estímulo que le hace producir espontáneamente y como sin esfuerzo. 4. Cosa inspirada.

Nuestra apreciación inicial se acerca al tercer significado; también tendría relación con el segundo, si entendemos a la inspiración como el hálito – divino – que nos ayuda a crear.

Conviene agregar que el término se emplea con frecuencia en la creación poética. Los especialistas recomiendan no reducir la creación literaria al apasionamiento, ya que este puede ser fugaz; más bien, aconsejan que tras la conmoción, se emplee la técnica verbal, esto es, la habilidad lingüística para transmitir lo que los sentimientos comprenden muy bien. Por ejemplo, si el peregrino que carga una cruz me conmueve, esto no es suficiente, ya que es necesario hallar las palabras exactas que comuniquen mi afectación.

En el campo no literario, la inspiración ayuda a la creación de los dobles sentidos, generalmente con intención irónica o humorística: “se hace la coja por no marchar”, “robofónica” (hoy “robiestar”)…;  motiva la creación de apodos: una jirafona, el picudo, la ojitos lindos, etc.;  incluso en la publicidad, la inspiración puede ser un buen ingrediente para la formulación de algún eslogan o anuncio publicitario.

Antes de cerrar estas líneas, quiero aplaudir la sensibilidad de nuestros compositores y poetas piuranos que han sabido apreciar la belleza de nuestra ciudad, su fuente de inspiración. Este es mi tributo para ellos.

Docente.

Facultad de Humanidades.

Universidad de Piura.


 

 

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