28

Sep

2011

Prioridades en la inclusión social

Por José Ricardo Stok

Por Julio Talledo. 28 septiembre, 2011.

Probablemente, inclusión social (IS) es la expresión más repetida en los últimos meses, constituyendo como una especie de requisito sine qua non para cualquier actividad que se precie o desee ser bien considerada. El Gobierno está empeñado en lograr crecimiento pero con inclusión social. En breve comenzará un Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social. Aun cuando estoy en contra de mayor burocracia, me permito sugerir un listado de prioridades que contribuyan a hacer realidad el objetivo presidencial.

En primer lugar, hay que dejar de lado el sentido ideológico de la IS, ya que no conduce más que confrontación y populismo, y no resuelve lo que pretende. La IS significa integrar a la vida comunitaria a todos los miembros de la sociedad, independientemente de su origen, condición social o actividad. En definitiva, acercarlo a una vida más digna, donde pueda tener los servicios básicos para un desarrollo personal y familiar adecuado y sostenible. Es importante distinguir la IS del asistencialismo. Ciertamente, son necesarios algunos programas de reducción de pobreza o de asistencia directa, pero estos solo paliarán problemas, y deben ser temporales y rápidos, ya que tienen el riesgo, si se eternizan, de institucionalizar la mendicidad, atrofiando las capacidades de emprender de los ciudadanos.

Por lo tanto, hay que ir a un concepto pragmático de IS, porque aun cuando ahora se disponga de recursos, es muy importante que se usen bien, que lo que se haga tenga impacto, que genere efectos multiplicadores.

Primera IS: acercar a los marginados. La construcción de carreteras es la mejor base para una efectiva IS, ya que permite que los ciudadanos se vinculen, comercien, vayan a escuelas o institutos técnicos y los enfermos puedan ser llevados a centros de salud. La línea de bandera solo unirá unos pocos; una buena pista a millares. Tal vez, algunos técnicos de escritorio puede que piensen que no compensa hacer una carretera porque no hay flujo suficiente… Hágala y verá que ¡sí se genera el flujo! Una carretera evita la repetición innecesaria de hospitales (bastan unas buenas ambulancias), o de universidades; facilitará que vayan más y mejores maestros; que se pueda acceder a más productos y a mejores precios. Es urgente establecer un programa de caminos y carreteras y realizarlos cuanto antes; además, esto genera trabajo abundante y en parte de las zonas involucradas.

Segunda IS: agua y desagüe. Hay ciudades donde el sistema de desagües está colapsado, con serios riesgos para la salud; hay zonas que no cuentan con agua potable. Poder disponer de agua y tratar los desagües de manera adecuada es de alta prioridad.

Tercera IS: integrar a los informales. Una legislación laboral tan generosa solo beneficia a una parte reducida de la población y ahuyenta mayor formalidad. Hay que dejar de alabar al emprendedurismo cuando solo disfraza la informalidad.

Y no hay que olvidar la inclusión social del por nacer: esa criatura tiene todo el derecho a integrarse a la sociedad: que nadie se lo impida!

Si se plantean estas actividades de inclusión social con rapidez y puntualidad, se logrará un enorme dinamismo social y económico. ¿Podrá el nuevo ministerio? Hacemos votos por que sí, que no se enrede en disquisiciones y actúe rápido: infraestructura, infraestructura, infraestructura! Entonces sí tendremos desarrollo con inclusión. De otra manera, se perderá la gran oportunidad.

Profesor del PAD.
Universidad de Piura.
Artículo publicado en el diario Gestión, martes 27 de setiembre de 2011.
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