10

Abr

2012

Cuando la diabetes daña al riñón

Por Rebeca Alatrista Vergara

Por Julio Talledo. 10 abril, 2012.

Lamentablemente se ha convertido en la enfermedad crónica de moda. NO tiene cura pero puede controlarse, si se ponen los medios y la voluntad para ello. Hablamos de la diabetes, cuyo crecimiento en el país ha pasado del 5% al año a un alarmante 15%. Solo en Piura hay ya casi 4 mil pacientes diabéticos registrados sin contar con los no asegurados. Por ello, es importante conocer más sobre este mal, cómo surge, prevención, fases síntomas y demás.

La diabetes surge cuando el cuerpo no procesa adecuadamente ciertos alimentos, especialmente carbohidratos. Normalmente el cuerpo humano convierte los carbohidratos en glucosa (azúcar) que es la mayor fuente de energía  para las células del cuerpo humano. Pero para que esta entre en las células, necesita la ayuda de la insulina, producida por el páncreas. Si una persona no produce lo suficiente de esta hormona o el cuerpo no puede usarla, el organismo no podrá procesar la glucosa, sus niveles en la sangre u orina aumentarán originando la diabetes.

El deterioro que caracteriza la enfermedad renal de los diabéticos tiene lugar alrededor del glomérulo (unidad funcional del riñón). Al comienzo, la eficiencia de filtración disminuye y se pierden, a través de la orina, proteínas importantes de la sangre. Los nefrólogos detectan la presencia temprana de la enfermedad del riñón midiendo las proteínas en la orina. Cuando avanza la enfermedad, los riñones pierden la capacidad de eliminar las sustancias tóxicas  de la sangre, la que confirmamos a través de los análisis de creatinina y urea.

El deterioro silencioso del riñón
Los síntomas relacionados con la insuficiencia renal suelen ocurrir en las etapas muy avanzadas  de la enfermedad, cuando la función renal esta  menos el 25% de su capacidad normal, es  un proceso muy silencioso.

Podemos hablar de 5 etapas bien definidas:

1ra. El flujo de sangre a través de los riñones aumenta (hiperfiltración). El riñón se hace más grande de lo normal. Algunas personas se mantienen indefinidamente en esta etapa y otras avanzan a la segunda, después de algunos años.

2da. La filtración se mantiene  elevada y el glomérulo empieza a demostrar daño. Pequeñas partículas de una proteína en sangre  (albúmina), se filtran en la orina y aparece la microalbuminuria que, en su etapa más temprana, puede ir y venir y luego se hará más constante.

3era. La pérdida de albúmina y otras proteínas en la orina excede los 200 microgramos por minuto. Algunos pacientes desarrollan presión arterial elevada. Incrementa el daño del riñón y, progresivamente, pierde la posibilidad de filtrar residuos de eliminación, con el consecuente incremento de los niveles de creatinina y de urea en la sangre.

4ta. Se da el ‘avance clínico de la nefropatía’. Las función renal disminuye, por tanto, las proteínas  grandes pasan hacia la orina,  la presión arterial se mantiene elevada y los niveles de creatinina y urea en la sangre son mas elevados.

5ta. Etapa final de la insuficiencia renal ocasionada por la diabetes. La función renal cae a menos de 15 ml por minuto. Los síntomas se producen de manera evidente; hay que someterse a diálisis y pensar en un trasplante de riñón.

Para personas con diabetes, el tiempo promedio requerido para progresar desde el arranque de la enfermedad renal hasta la cuarta etapa es de 17 a 25 años. En los casos de personas con presión arterial elevada sin tratamiento, este progreso puede ser más rápido: entre 5 y 10 años,.

Si la proteinuria no se desarrolla en el curso de 25 años, el riesgo de desarrollar una enfermedad avanzada del riñón comienza a decrecer.

Presión arterial y diabetes
La presión arterial elevada, o hipertensión, es uno de los mayores factores en el desarrollo de los problemas del riñón en personas con diabetes. Usualmente es definida como una presión sanguínea excedida de 140 milímetros de Hg, para la sistólica, y 90 para la diastólica. La hipertensión puede ser vista no solo como una causa de enfermedad renal, sino también como el resultado de un daño creado por la enfermedad. Como proceso de la enfermedad, los cambios físicos en el riñón llevan a un incremento de la presión sanguínea. La detección temprana y el tratamiento de cualquier cuadro débil de hipertensión arterial son esenciales para las personas con diabetes.

Prevención de la enfermedad renal
Los científicos han hecho grandes progresos para disminuir el arranque y la progresión de la enfermedad renal en personas con diabetes. Medicamentos utilizados para bajar la presión arterial pueden disminuir la progresión de la enfermedad renal de manera significativa. Un inhibidor de la enzima convertidora de angiostensina (ACE) tiene un efecto preventivo para evitar la progresión hacia la cuarta y quinta etapa; por ejemplo, el Captopril, aprobado para el tratamiento en las enfermedades renales. Sus beneficios regulan la presión arterial y protegen directamente el glomérulo del riñón. Los inhibidores ACE bajan la proteinuria y retardan el deterioro renal en pacientes diabéticos que no tienen presión arterial elevada.

El cuidado hace la diferencia

  • Pregunte a su médico acerca de los cuidados en la dieta.
  • Siga sus recomendaciones respecto a medicinas, dieta, ejercicios y monitorización de azúcar en su sangre.
  • Controle su presión sanguínea y, si es elevada, siga un plan  para mantenerla lo más cerca de los niveles normales.
  • Visite al nefrólogo por lo menos una vez al año; recuerde que en Piura existe gran incidencia y prevalencia de diabetes y actualmente existen más de 600 pacientes en diálisis.
  • Dietas bajas de proteínas, sal y el ejercicio regular pueden reducir el avance de la enfermedad renal.  Cuando existe una enfermedad al riñón, el régimen apunta a mantener los niveles de azúcar y presión en lo normal.

Nefróloga

Policlínico.

Universidad de Piura.

 

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