07

May

2012

“En los proyectos mineros debe primar el bien y el sentido común”

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(Piura).- Ángel Baguer estará en Piura, como ponente –junto a otros 8 expertos internacionales–, del CONEII 2012: "Agregando valor y calidad a nuestros productos, una adecuada promoción del desarrollo sostenible".

Por Julio Talledo. 07 mayo, 2012.

(Piura).- “Las actividades extractivas, entendidas como la obtención de recursos naturales que se utilizan para el consumo directo, como la pesca y el gas natural o como materias primas en procesos industriales (tala o minería), son necesarias para abastecer al ser humano. Sin embargo, especialmente en la explotación de minerales, gas y petróleo, son causa de conflictos con las comunidades de personas porque, en muchos casos, las comunidades implicadas no disfrutan del beneficio que les corresponde”, señala el Dr. Ángel Baguer especialista español en dirección de personas y gestión empresarial.

Ángel Baguer posee una amplia experiencia como consultor de dirección y en el desarrollo de múltiples empresas de diversos sectores; ha escrito libros y artículos de prensa y científicos; y pronto estará en Piura, como ponente –junto a otros 8 expertos internacionales– del Congreso Nacional de Estudiantes de Ingeniería Industrial: Agregando valor y calidad a nuestros productos, una adecuada promoción del desarrollo sostenible” (CONEII 2012), que se realizará en la Universidad de Piura.

¿Qué opina de las economías que dependen de la actividad extractiva?
Hay que diferenciar tres aspectos: la necesidad de abastecer al ser humano, la economía de la actividad y el impacto en la sociedad y el medio ambiente. Las actividades extractivas son necesarias para abastecer al ser humano y tienen gran importancia en el desarrollo del país, especialmente en el Perú, país líder en pesca y uno de los primeros en recursos minerales y forestales.

Además, suponen cifras importantes en exportación, recaudación de impuestos; son fuente de trabajo, la creación de escuelas, hospitales, carreteras, centrales eléctricas; y promocionan otras actividades como el transporte, la agricultura y el comercio. Por tanto, disminuir la actividad extractiva tendría grandes consecuencias para la economía del Perú; sin embargo, especialmente en la explotación de minerales, gas y petróleo, es causa de conflicto con las comunidades de personas y el impacto medioambiental porque, en muchos casos, las comunidades implicadas no disfrutan del beneficio que les corresponde.

¿Qué alternativas pueden darse frente a problemas medioambientales o sociales?
Primero, hay que distinguir entre ecología y sentido común y diferenciar entre solidaridad y egoísmo. Por ejemplo, ante la explotación de una mina, la construcción de una represa u otras inversiones, hay comunidades que se oponen, algunas veces, con actitudes violentas. Aquí debe evaluarse el bien social; siempre habrá un perjudicado, pero el bien común nos debería llevar a pensar en el beneficio de la mayoría. Las expropiaciones deberían realizarse en términos de justicia. En cualquier caso, es imprescindible exponer la necesidad de la inversión de forma transparente, recalcando los pros y contras, el beneficio para la comunidad y el sacrificio que conlleva, que debe ser muy inferior al beneficio.

¿Qué hace falta para que la población menos favorecida participe del progreso económico?
El progreso de un país radica en la formación de las personas. La educación de los jóvenes garantiza el capital humano del mañana, el futuro del país. De ahí la necesidad de que el Estado facilite el acceso de cualquier persona a la formación profesional. Con este valor añadido se consigue riqueza, se crea una extensa clase media y se elimina la pobreza.

Económicamente, ¿qué puede aprender el Perú de Europa?
Durante mi primera visita (1996) mi impresión no fue buena. Sin embargo, sobre todo en la década pasada, he observado una evolución muy positiva del país. El Perú debe mirar a Europa para aprender de los errores que esta ha cometido. Muchos países europeos atraviesan una grave crisis porque no han hecho bien las cosas. Se ha pretendido crear un estado de bienestar basado en menos trabajo y más salario, con sanidad gratuita para todos, centros deportivos, cárceles de lujo y subsidios sin justificación. En una economía globalizada, no es sostenible un sistema en el que un vago se aproveche de beneficios que las personas trabajadoras proporcionan a la sociedad. El Perú tiene que aprender esto, hay que cambiar el modelo económico de países europeos donde tiene que haber equilibrio en lugar de despilfarro.

Faltan líderes humildes
Ángel Baguer también se refiere a la calidad de vida del empleado. “Esta mejora, si dispone de un clima laboral con una serie de parámetros: jefes adecuados, salario justo, buen trato personal, promoción, reconocimiento y delegación del trabajo; donde haya formación, comunicación corporativa y política de puertas abiertas, salud laboral, comportamiento ético y conciliación del trabajo con la vida familiar”.

¿Cómo se logra un ambiente así?
Con el liderazgo de la Dirección. Se precisan líderes cuyas características personales más relevantes sean la humildad, la personalidad, la firmeza y la capacidad de decisión y entrega. Líderes que sepan gestionar proyectos, cambios, conflictos y crisis; y que puedan obtener resultados, motivar y delegar. También es fundamental, en el trato con los empleados, escucharles, darles un trato personal con respeto, descubrir las capacidades y habilidades de los mismos, tener intención y saber comunicar, medirlos por los resultados y no por el tiempo de presencia, tener interés por su trabajo y, en resumen, hacer que piensen que no cambiarían a líder por otro jefe.

¿Cómo comprometer al empleado con los objetivos y valores empresariales?
Un empleado se compromete con la organización cuando tiene desarrollo profesional y detecta que la Dirección tiene las características señaladas; si la organización innova y percibe que tiene seguridad en su puesto de trabajo, tiene retos con autonomía y responsabilidad; percibe un salario justo y se le reconoce el trabajo; labora en un clima laboral propicio y la organización tiene un código de conducta. Cuando una persona se siente parte de un grupo de amigos, de un equipo, se compromete.

¿Cómo se mide el compromiso de los empleados?
Por su actitud: en cuanto a sugerencias que realiza, puntualidad; cuando no falta sin justificación, realiza el trabajo con calidad, labora en su puesto con orden y limpieza, está disponible cuando la organización lo necesita, tiene iniciativa, toma decisiones, y es responsable. En resumen, proporciona resultados.

Este compromiso genera resultados. Es más, sin empleados comprometidos cualquier organización, del signo que fuere, no logrará sus objetivos o los alcanzará de forma limitada.

 

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