Imagen turística de Piura

Por Carlos Arrizabalaga. 30 octubre, 2012.

Los vuelos hacia Piura promueven una hermosa imagen turística en la que se promocionan hoteles y restaurantes con imágenes de cebiches, playas, atardeceres, artesanías, tonderos y, fugazmente, Narihualá, la plazuela Merino, la plaza de Armas.

Los aviones van llenos y al sector le va muy bien, pero no nos engañemos: los turistas se van de frente a Máncora y a Zorritos. Entre semana, todos son mujeres y hombres de negocios, ingenieros con poco equipaje, comerciantes. Los turistas que encontramos por las calles van de ruta desde o hacia Ecuador y no tienen más remedio que tomar un bus en la noche si no les roban en el intento. Todo es parte de la aventura pero deben quedar espantados del desorden de mototaxis, ambulantes, calles rotas, terminales horribles y cocheras oscuras.

La mejor política turística de Piura debería evitar que los turistas vengan a Piura. Trasladar, por ejemplo, la terminal del aeropuerto al otro lado de las pistas y construir un anillo vial lejos del centro que los lleve a la playa sin entrar en la ciudad.

Se anuncia en el corto plazo una carretera que unirá Canchaque, Huancabamba y Ayabaca hasta la frontera. Permitirá que grupos de turistas y mochileros sigan la  ruta desde Loja y Vilcabamba por la sierra de Piura hacia Olmos, Motupe y Lambayeque, donde 15 mil extranjeros visitaron el museo de Sipán, en lo que va de año.

Esa ruta debe potenciarse con albergues y buenos restaurantes. Hay espacios naturales que merecen protección, como el cerro Yantuma, Cajas o Samanga. La figurita de Frías podría retornar a Ayabaca y tener un museo que explique la riqueza arqueológica de la zona. Aypate debe convertirse en un importante polo de atracción, igual que las lagunas y los sitanes de Huancabamba, donde debe ordenarse mejor el chamanismo.

Fue el Camino inca y la ruta de Alvarado y Cieza de León, la que recorrió Humboldt y otros muchos antes que él. Los piuranos deberían pensar en poner negocios en la sierra y lo importante que puede llegar a ser esa carretera en el futuro, con un flujo constante y creciente de turistas que pueden hacer la diferencia.

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