Las estrategias de Marketing puestas en práctica en una ocasión especial como el Día de la Madre.

Por Francisco Arbaiza. 17 mayo, 2013.

Ya tenemos aquí el día de la madre. Si eres de memoria frágil, no tienes excusa, las agencias de publicidad y departamentos de marketing han trabajado arduamente durante los meses previos a mayo para concebir las mejores y más atrayentes campañas para este día, y con ello, que no necesites hacer mucho esfuerzo por recordar tamaña fecha. Lejos ha quedado ya aquel evento meramente social que nos invitaba a inocentemente felicitar a todas aquellas mujeres de nuestro entorno que han tenido la dicha de traer un hijo a este mundo. Especialmente a nuestra querida mamá.

Existen muchas formas de ver, sentir o analizar el día de la madre. Desde el punto de vista comercial, el día de la madre se ha convertido es uno de los días más importantes después de Navidad. Y, definitivamente, es mucho más importante que el día del padre. Es uno de esos días en los que se te ablanda el corazón aunque sea un poquito, y piensas “cómo no le voy a regalar nada a mi madre, aunque sea una pequeñez”. Y por supuesto luego tu mamá te dirá eso de “pero hijo, no te debiste molestar”.

Y nadie más que el marketing desea que ese día las mamás se vean muy, muy regaladas. Por eso, desde hace ya algunos años –y cada vez con más insistencia– el despliegue publicitario no solo busca recordarnos la fecha.  También ponen en vitrina “si le compras un obsequio la harás feliz”, quedando subyacente una poderosa duda “¿y si no le compro nada la haré infeliz?”. Una emboscada a todas luces. Estamos condicionados a regalar. De no hacerlo, podríamos sentirnos muy culpables.

Sin embargo, esto está cambiando. Ahora se pueden observar campañas en donde la madre tiene un rol marcado de decisión y están cada vez más lejos el tradicional “regálale a mamá”. Esto se podría considerar un gran paso adelante en el marketing orientado a madres, al involucrar y considerar lo que piensa y siente este segmento de mercado. Es decir, campañas en las que el poder de decisión de las madres está cada vez más presente. Ahora ellas dicen y piden lo que quieren. Y ya podemos saber qué quieren. Según la consultora de investigación Arellano Marketing, en el Perú hay dos grandes grupos de madres con preferencias muy distintas: Las Modernas, que les gusta sentirse realizadas y a la vanguardia (representan el 25% de la población) y las Conservadoras, que prefieren regalos tradicionales y su principal interés es el hogar (representan el 19% de la población).

Este nuevo escenario plantea una oportunidad y un desafío para marcas cuyas estrategias de marketing aún no llegan a este punto. Estas necesitarán reinventarse si lo que pretenden es competir decorosamente en este nuevo panorama que se está forjando con campañas que muestren un perfil más adecuado con las madres de hoy.

En conclusión, me parece totalmente válido que las marcas quieran aprovechar el impulso de una fecha clave como esta para ofrecer sus productos y servicios, pero es fundamental tener mucho cuidado de no banalizar un día que nos invita a celebrar a la persona que nos trajo a la vida. Quedar bien con algún regalo nunca está demás, pero algunas veces lo patrones de consumo que el mercado crea para que el dinero se mueva –y el consumidor gaste–, pueden frivolizar una entrañable celebración y convertirla en una superflua rutina comercial. Feliz día mamá.

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