06

Jun

2013

Dicen que en sus clases Isabel Gálvez Arévalo inspiraba paz y tranquilidad. Sí, y también nos transmitía una visión jurídico informativa que lleva al respeto de los demás. La hoy profesora emérita constituye para muchos de sus alumnos una fuente viva e imprescindible de la historia de la Universidad.

Por Elena Belletich. 06 junio, 2013.

Isabel Gálvez

Trabajaba en el área de Tributación del Ministerio de Economía y Finanzas, con un equipo que debía elaborar el código tributario del Perú, cuando decidió venir a Piura. Dos años después (1972) comenzó a enseñar. Vino para quedarse: con su sabiduría, su voz queda, su andar pausado y silente.

Enseñó Derecho Tributario e Instituciones jurídicas administrativas en Administración de Empresas. Luego (1976) dictaría en Comunicación: Introducción a las Ciencias Jurídicas y, años más tarde, Derecho de la Información. Casi nunca se la ha visto molesta; pero las injusticias la hacen rebelar. Su tono de voz es bajo desde siempre y cree que ha decrecido con el tiempo; felizmente ahora hay micrófonos. Cuando no tenía muchos alumnos solía pedirles que se sentaran en las primeras filas y ¡problema solucionado!, no podía hacer lo mismo cuando había más de 100. Llegué a tener 104 en una clase.

Derecho e información
El hombre está hecho para dar justicia por eso eligió el Derecho. También me atraía la información, por su gran influjo en el servicio de la sociedad y en la opinión pública. Como jurista, advierte que el hombre debe dar justicia pero con caridad, para aplicar la epiqueya, la virtud que permite ser flexible. Es la justicia aplicada al caso concreto, eso lo aprendí del Fundador del Opus Dei, que era de Derecho. Saber hacer excepciones es parte de la justicia bien hecha.

Durante sus más de 40 años de docencia, su tarea ha sido estudiar, aprender para dar a conocer. Hoy, en su etapa de investigadora podrá asesorar, profundizar para encontrar nuevas líneas de estudio. Comencé a estudiar en la Facultad una materia que me permitió entender el alcance de la ciencia informativa, la solidez de su fundamento desde la mirada jurídico informativa: el ius communicationis, y desde la perspectiva del derecho natural de la información su fundamento siempre ha de estar en la información auténtica… La información que radica en sus principios no pierde actualidad. Contó con los mejores maestros: los doctores José María Desantes, Carlos Soria, Loreto Corredoira e Ignacio Bel.

Comunicadora, jurista, educadora, un poco de administradora… Realizó tareas directivas: fue Vicerrectora de la Universidad, Decana de Comunicación. Disfruta de la docencia desde el comienzo: porque veía eco en las caritas de los alumnos, entendían lo que yo quería transmitirles… Si formamos buenos profesionales no solo van a actuar bien, con responsabilidad, libertad e iniciativa en su vida profesional sino también en lo personal y familiar.

La Universidad está en su mejor momento
Isabel Gálvez indica que es tarea de los periodistas de todos los tiempos: informar respetando los derechos de los demás, principalmente el derecho a la vida. Sobre la Universidad, expresa: está en su mejor momento: el de la madurez. Me entusiasma ver que la gobiernan, mayoritariamente, sus exalumnos. La madurez tiene que notarse; por ello, aún exigiría más rendimiento, por ejemplo.

Hay doctora Gálvez para rato, aquella que se conmueve con una puesta de sol, con las novedades, con el paisaje, con la tecnología, la música o una buena película. La investigadora, la profesora emérita que procurará que no se pierda la línea que se ha marcado: el derecho de la información y los principios en la formación de los comunicadores. En lo personal, quiero ordenar las cosas; digitalizar mis materiales y tener mi blog, dice entusiasmada.

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