El pasado viernes, el taller de proyección social de la Facultad de Derecho de la Universidad de Piura, denominado “universitarios para el mundo”, organizó una mañana de entretenimiento para los alumnos del colegio 14120 de Chapairá. La actividad fue muy gratificante, por la ilusión que despertaban los pequeños escolares en las instalaciones del campus universitario. También […]

Por Carlos Hakansson. 14 enero, 2013.

El pasado viernes, el taller de proyección social de la Facultad de Derecho de la Universidad de Piura, denominado “universitarios para el mundo”, organizó una mañana de entretenimiento para los alumnos del colegio 14120 de Chapairá. La actividad fue muy gratificante, por la ilusión que despertaban los pequeños escolares en las instalaciones del campus universitario. También tuve la oportunidad de conversar con los profesores del colegio quienes me trasmitieron, con legítima preocupación, las necesidades materiales que tiene su institución educativa, algo que pude comprobar durante una visita que realicé junto con mis alumnos.

Es cierto que la realidad del colegio 14120 es la misma de muchos centros educativos del país, pero el Estado debe dar muestras concretas, atendiendo a un principio de progresividad, para resolver las grandes diferencias que existen en torno la calidad educativa en el Perú. Nos encontramos con edificaciones precarias sobre arena, sin adecuados puntos de sombra (especialmente en zonas calurosas como Piura), sin aulas equipadas con un mínimo y digno mobiliario compuesto por carpetas, sillas, pizarra y materiales de enseñanza. La ausencia de salas de cómputo con acceso a Internet también es manifiesta, pese al crecimiento económico que estamos viviendo. Nos preguntamos, ¿en qué quedó el plan Huascarán?

Si nos lo propusiésemos, Piura podría convertirse en una región piloto de lucha contra el analfabetismo; de lo que se trata es de establecer políticas a mediano y largo plazo, para promover no solo la inversión privada sino que, gracias a ella, se logre distribuir la riqueza con mejores prestaciones de la salud y educación; sin descuidar las políticas sociales para combatir la desnutrición; y para la promoción del deporte.

Debemos considerar que la educación es la mejor inversión que se puede realizar aprovechando los recursos económicos; esta genera mayores oportunidades y produce un capital humano que dará lugar a un efecto multiplicador de desarrollo, no solo en la Región sino en todo el país. Si la Región Piura vence el analfabetismo habremos dado un salto histórico sin precedentes. Se trata de ponerse metas concretas realizando inversiones con sentido común y visión de futuro. Los padres desean una mejor educación para sus hijos, los niños necesitan mayores oportunidades y la Región tiene más recursos para lograr ambos objetivos; por tanto, no hay excusa.

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