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Jun

2013

“Ley Universitaria mejorará el perfil del futuro profesional”

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Camilo García, docente de Ciencias de la Educación, opina sobre los puntos que aún se debaten en el Congreso de la República.

Por Oficina de Posgrados. 13 junio, 2013.

Aún no se ha aprobado la ley universitaria, que aborda temas desde el punto de vista académico: ingreso directo a las universidades; la incorporación obligatoria del curso de idioma extranjero en el plan de estudios de todos los ciclos de la carrera universitaria y la inclusión de personas con discapacidad. El magíster Camilo García, docente de la Facultad de Ciencias de la Educación, opina sobre los puntos que aún se debaten en el Congreso de la República.

 ¿Cuál son los problemas más urgentes que deben ser considerados en la ley?

Existen 137 universidades (51 públicas y 86 privadas). La realidad es que la universidad pública ha perdido terreno ante las privadas. Muchos jóvenes están desilusionados por problemas recurrentes, por ejemplo que el tiempo para culminar su carrera sea más de 5 años. Ello hace pensar en la exigencia académica y calidad educativa que deben tener no solo las públicas,  también las diversas filiales de algunas universidades privada, que se han ido multiplicando por todo el país. Además no hay que dejar de mencionar la acreditación oficial y obligatoria de las facultades.

¿Qué aspectos se deben tener en cuenta para optimizar el rendimiento universitario?

Es necesario empezar a trabajar con las escuelas. Debe existir una articulación entre colegio y universidad, pues ahora muchas universidades buscan estrategias para nivelar al alumno, apareciendo los ‘ciclos 0’ o ‘propedéuticos’. Esto demuestra el bajo nivel académico que están recibiendo en las escuelas. En tanto, incremente el nivel de los escolares y se asegure la calidad de los profesores, la universidad y el país empezará  a ganar.

¿Cuáles deberían ser los beneficios para los universitarios que debería abordar la ley?

La igualdad de oportunidades con la derogación del examen de admisión y las políticas de inclusión para los estudios universitarios. El primer punto es bastante debatible, pues habría una enorme demanda de jóvenes postulando para un limitado número de vacantes. Ellos querrán ingresar a las mejores y más prestigiosas universidades. Por otra parte la exigencia no será igual en tal o cual universidad y si es posible trasladarse de una universidad a otra no habrá un filtro académico necesario para garantizar el perfil del futuro profesional.

 ¿Cuáles han sido los motivos del reajuste de la ley?

Primero, garantizar el libre acceso a la universidad, atendiendo a un espíritu democrático donde los jóvenes no encuentren en el examen de admisión una valla para sus justas aspiraciones profesionales. Segundo, permitir que los cursos de idioma extranjero se incorporen a la malla pensando que la universidad le brinde los cursos que hagan falta para la obtención del grado de bachiller. Todo esto

 Entonces ¿La ley mejoraría la situación actual de la educación superior?

Sin duda. Pero, mientras no existan mecanismos que garantice el perfil de egreso de un estudiante de quinto de secundaria con competencias necesarias para continuar estudios universitarios, la admisión directa solo trasladará el problema del colegio a la universidad. Lamentablemente, el sistema educativo escolar no filtra a alumnos con verdadera potencialidad para estudios superiores. Los docentes y el Estado deberían apoyar a estos jóvenes, como ahora lo hace Beca 18 (que podría extenderse hacia otras carreras profesionales). Pero, el primer paso ya se ha dado. Tal vez se replantee la naturaleza del examen de admisión sin que se limite a solo conocimientos, sino también incluir la evaluación de otras habilidades y aptitudes.

 Y los sueldos que actualmente reciben los docentes…

Hay que cuidar el estatus del profesor universitario asegurando las competencias personales, académicas y de investigación que todo docente debe poseer. Los sueldos deben ser atractivos  y deben otorgarse según el desempeño del docente; pues debe garantizarse la calidad y exigencia educativa en las aulas universitarias. Hay que dejar en claro que  el estatus como profesor se consigue con prestigio, investigación y, lógicamente, con sus aportes al desarrollo de la Región.

Camilo García

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