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Oct

2014

Angelo Amato: “…Necesitamos una ecología de la santidad…”

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Gran Júbilo se vivió en el mundo por la Beatificación de Álvaro del Portillo. Más de 15 000 personas llegaron a Roma y oraron ante la urna del Beato.

Por Elena Belletich. 06 octubre, 2014.

“Ahora más que nunca necesitamos una ecología de la santidad, para contrarrestar la contaminación de la inmoralidad y de la corrupción. Los santos nos invitan a introducir, en el seno de la Iglesia y de la sociedad, el aire puro de la gracia de Dios, que renueva la faz de la tierra”, con estas palabras culminaba su homilía el delegado del papa Francisco, cardenal Angelo Amato, en la beatificación de Álvaro del Portillo.

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Celebración de la Santa Misa por la beatificación de don Álvaro. Foto: Flickr Opus Dei

Una multitud conformada por más de 200 000 personas de más de 80 países del mundo se dio cita en Madrid, el 27 de setiembre, en la ceremonia y Misa de Acción de gracias por la Beatificación de Álvaro del Portillo, sucesor de San Josemaría como prelado del Opus Dei y Gran Canciller de la Universidad de Piura.

La Celebración eucarística inició con la lectura de la carta enviada por el papa Francisco al prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, la beatificación de don Álvaro, dice el Papa, “representa un momento de especial alegría para todos los fieles de esa Prelatura, así como también para ti, que durante tanto tiempo fuiste testigo de su amor a Dios y a los demás, de su fidelidad a la Iglesia y a su vocación. También yo deseo unirme a vuestra alegría y dar gracias a Dios que embellece el rostro de la Iglesia con la santidad de sus hijos”. Detalló la profundidad de la jaculatoria que solía expresar el beato a Dios: gracias, perdón y ayúdame más.

El Santo Padre expresaba también: “me gusta recordar la jaculatoria que el siervo de Dios solía repetir con frecuencia, especialmente en las celebraciones y aniversarios personales: « ¡gracias, perdón, ayúdame más!». Son palabras que nos acercan a la realidad de su vida interior y su trato con el Señor… el beato Álvaro del Portillo nos envía un mensaje muy claro, nos dice que nos fiemos del Señor, que él es nuestro hermano, nuestro amigo que nunca nos defrauda y que siempre está a nuestro lado. Nos anima a no tener miedo de ir a contracorriente y de sufrir por anunciar el Evangelio. Nos enseña, además, que en la sencillez y cotidianidad de nuestra vida podemos encontrar un camino seguro de santidad”, le expresa el Pontífice, con gran fraternidad al prelado del Opus Dei.

Otro momento especial durante la Misa fue el del ofertorio. La familia de José Ignacio Ureta, el niño curado por intercesión de Álvaro del Portillo, llevó las reliquias del beato hacia el altar.

Siguiendo la beatificación desde casa

Miles y miles de personas que no pudieron estar físicamente en Valdebebas, donde se realizó la ceremonia, la siguieron en tiempo real. You Tube fue uno de los medios más vistos, así como el canal católico de la madre Angélica (ETWN) y las redes sociales.

Así, por la magia de la tecnología y de las telecomunicaciones, estuvimos ahí. Vimos, con los ojos de las decenas de camarógrafos, el imponente estrado levantado para la celebración; las interminables vistas panorámicas de los asistentes; las pantallas gigantes; el desfile majestuoso de los 150 obispos del mundo, los 17 cardenales y las decenas de sacerdotes que concelebraron la misa.  También, lo bien ubicado que estaba el Coro y su magnífica interpretación y, por supuesto, la imagen gigante del nuevo Beato.

Peregrinos piuranos

Se calcula que más de 1100 peruanos estuvieron en Madrid. De ellos, más de 40 miembros de la Universidad de Piura (estudiantes y trabajadores). Uno de ellos fue el Rector de la UDEP, Dr. Sergio Balarezo, quien nos envió sus impresiones: “hemos vivido una experiencia muy emocionante y familiar. Tener intercesores y ejemplos de vida como el beato Álvaro del Portillo, nuestro segundo Gran Canciller, es una bendición para los que trabajamos en la Universidad de Piura; estoy seguro de que la labor que realizamos tendrá muchas repercusiones positivas, si la cumplimos con la humildad y fidelidad que caracterizaron al beato Del Portillo”, indicó.

Ahí también estuvo, Constanza Bellatin, de la Dirección de Comunicación de la UDEP, quien guió a un grupo de estudiantes: “El ambiente no puede ser mejor. Son ríos de gente de todos los colores, de todas las edades que vienen de todos los continentes con un mismo objetivo.  Nadie lleva distintivos pero se reconoce en la alegría, una sencillez y facilidad para conectar”.

Se necesita  santidad para purificar el mundo

Durante la homilía, el cardenal Amato señaló que el mundo requiere de la ecología de la santidad. “La Iglesia y el mundo necesitan del gran espectáculo de la santidad, para purificar, con su aroma agradable, los miasmas de los muchos vicios alardeados con arrogante insistencia”, dijo, casi al finalizar su homilía.

También resumió las muchas virtudes que adornaron a Don Álvaro. Dijo que siguió a Cristo y a la Iglesia  con absoluta fidelidad a la cruz y con una ejemplar alegría evangélica en las dificultades.  “Son muchas las virtudes –como la fe, la esperanza y la caridad– que vivió de modo heroico. Practicó estos hábitos virtuosos a la luz de las bienaventuranzas de la mansedumbre, de la misericordia, de la pureza de corazón… Además, de destacar por la total sintonía espiritual y apostólica con el santo Fundador, se distinguió también como una figura de gran humanidad.  Su delicadeza en el trato iba unida a una riqueza espiritual excepcional, en la que destacaba la gracia de la unidad entre vida interior y afán apostólico infatigable”, dijo el cardenal.

Indicó también que destacaba por su prudencia y rectitud; por la justicia para respetar el honor y la libertad de los demás; la fortaleza para resistir las contrariedades físicas o morales; la templanza, vivida como sobriedad, mortificación interior y exterior… “hay una virtud que Monseñor Álvaro del Portillo vivió de modo especialmente extraordinario, considerándola un instrumento indispensable para la santidad y el apostolado: su humildad, que era cariñosa, alegre”.  El beato Del Portilllo “nos invita a ser santos como él, viviendo una santidad amable, misericordiosa, afable, mansa y humilde”.

El Gran Canciller de la UDEP

Al finalizar esta solemne celebración, Mons. Javier Echevarría, prelado del Opus Dei y Gran Canciller de la Universidad de Piura dijo: “La elevación a los altares de don Álvaro del Portillo, sucesor de san Josemaría Escrivá de Balaguer, nos recuerda de nuevo la llamada universal a la santidad, proclamada con gran fuerza por el Concilio Vaticano II. La trayectoria terrena del beato Álvaro nos muestra que el cumplimiento cabal de los propios deberes marca el camino de la santificación personal, la senda que conduce a la plena unión con Dios a la que todos debemos aspirar…. Que el ejemplo y la intercesión del nuevo beato nos impulsen a recorrer sin tregua, llenos de la alegría cristiana, la senda de la santidad”.

Audiencia con el Papa en Roma

Luego de los actos en Madrid, del 27 y 28 de setiembre, más de 15 000 personas llegaron a Roma para celebrar la beatificación de Álvaro del Portillo. Oraron ante la urna que contiene (temporalmente)  los restos del Beato, en la basílica de San Eugenio. El 1 de octubre, asistieron a la audiencia con el Papa Francisco, para manifestar su unión con el Santo Padre y su agradecimiento por la beatificación.

Audiencia con el Papa

Audiencia con el Papa en Roma. Foto: Flickr Opus Dei

El Papa Francisco les dijo: “Saludo a Mons. Javier Echevarría, prelado del Opus Dei, así como a los fieles de la Prelatura, aquí presentes para dar a gracias a Dios por la beatificación de Mons. Del Portillo. Os animo para que su intercesión y su ejemplo os ayuden a responder con generosidad al llamado de Dios a la santidad y al apostolado en la vida ordinaria, al servicio de la Iglesia y de la humanidad entera. Muchas gracias y que Dios los bendiga”.

José Ignacio saluda al Papa
José Ignacio, el niño chileno curado milagrosamente gracias a la intercesión del beato Álvaro, fue saludado por el Santo Padre al acabar la audiencia. “El Papa me ha pedido que rece por él”, cuenta. Junto a José Ignacio estaban sus padres.  (Fuente y fotos: press.es@opusdei.org )

Mira la nota sobre la beatificación de don Álvaro del Portillo

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