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  • Brigada Cultural: Una propuesta diferente de voluntariado universitario

El desarrollo del  Voluntariado  en la Universidad de Piura se enmarca dentro de la responsabilidad social asumida por la UDEP. Esta tiene claramente definida en su misión la importancia de “Fomentar la sensibilidad social para mantener una permanente atención a los problemas concretos del hombre y de la sociedad, orientando la investigación y el estudio […]

Por Diana Aguirre Manrique. 16 enero, 2014.

El desarrollo del  Voluntariado  en la Universidad de Piura se enmarca dentro de la responsabilidad social asumida por la UDEP. Esta tiene claramente definida en su misión la importancia de “Fomentar la sensibilidad social para mantener una permanente atención a los problemas concretos del hombre y de la sociedad, orientando la investigación y el estudio a la solución de dichos problemas.”

Los beneficios del desarrollo del voluntariado en sus diferentes formas, son parte sustancial de las funciones de la Universidad de Piura. Su lema: “mejores personas y mejores profesionales”, se conecta con los beneficios del desarrollo del voluntariado universitario. Tal y como lo expresaba el fundador de la UDEP, San Josemaría Escrivá: “El ideal es, sobre todo, la realidad del trabajo bien hecho, la preparación científica adecuada durante los años universitarios. Con esta base, hay miles de lugares en el mundo que necesitan brazos, que esperan una tarea personal, dura y sacrificada. La Universidad no debe formar hombres que luego consuman egoístamente los beneficios alcanzados con sus estudios, debe prepararles para una tarea de generosa ayuda al prójimo, de fraternidad cristiana”. (Conversaciones, 75)

El voluntariado cultural en la UDEP

En el 2010, la licenciatura en Historia y Gestión Cultural, a través de la creación de una oficina de promoción, presenta una propuesta orientada a los alumnos de los colegios de secundaria. Posteriormente, me invitaron a proponer una idea, para complementar este propósito. Esta partía de una visión mucho más ambiciosa que la primera, porque permitiría dar a conocer esta nueva opción profesional y despertar el interés de los jóvenes por el patrimonio. Y, a partir de allí, algunos jóvenes podrían descubrir su vocación por esta profesión.

La propuesta inicial especificaba la participación de un equipo de coordinación que estaría conformado por un profesor y dos alumnos promocionales. Se integraron los profesores Alberto Requena y Laura Albornoz, quienes aportaron sus ideas para la ejecución del proyecto. Laura fue la primera coordinadora del programa en el 2010.  Los exalumnos Arturo Lavalle y María Alejandra Puruguay fueron parte de este equipo semilla de Brigadistas mayores. De todo el equipo mencionado y el aporte  del pastdecano de la Facultad de Humanidades, Ernesto Mavila, surge el nombre y logo  “Brigada cultural: jóvenes comprometidos con la cultura”.

Escolares comprometidos

Desde entonces, han participado cerca de 30 alumnos de la licenciatura asumiendo el rol de monitores y alrededor de 300 alumnos de 15 colegios de Piura, Sullana y Paita, que se han visto beneficiados con los talleres teórico prácticos sobre temas culturales, capacitación como guías intérpretes, la participación del concurso REC ACTÍVATE, que fomenta el voluntariado en los colegios; paseos culturales, formación como gestores de exposiciones etc. Es decir, han disfrutado con el patrimonio y descubierto su valor en la sociedad. De estos participantes, 7  jóvenes han descubierto su vocación por la Historia y la Gestión Cultural.

El programa, se fundamenta en que el patrimonio y la cultura necesitan democratizarse y llegar a más ciudadanos. Para ello, el compromiso con los jóvenes es fundamental; pues la juventud necesita espacios adecuados para conocer, disfrutar, crear y recrear el patrimonio, para convertirse en ciudadanos –identificados con su historia y su cultural– que sean los constructores de una sociedad cada vez más justa y solidaria.

La experiencia 2013

Este año, contamos con el respaldo de la Unesco y el Ministerio de Cultura (Sede Nacional) lo que nos anima y compromete a seguir consolidando el programa y llegar a más jóvenes de la Región y por qué no, de todo el Perú. Este año participaron los colegios: Stella Maris, Nuestra Señora de Lourdes, María Montessori, Salesiano Don Bosco, Santa María, Sagrado Corazón, Samuel Ordoñez Velásquez, Nuestra Señora de Fátima de Paita, San Pedro Chanel (Sullana), Santa Úrsula (Sullana) Turicará y Jorge Basadre.

Además, hemos extendido el programa a Sullana, para  atender a jóvenes de otros colegios que no pueden venir a Piura. Esta descentralización la patrocina la subgerencia de Cultura de la Municipalidad de Sullana.

La Municipalidad de Piura, a través de la gerencia de Cultura, Deporte y Educación, también está apostando por la Brigada Cultural. Como producto de esta alianza estratégica,  inauguramos la ZONA CREATIVA en el Museo Municipal Vicús. Está concebida como un espacio para que nuestros gestores culturales en formación y los brigadistas puedan organizar actividades como: la atención a los visitantes o las labores de conservación y exhibición de piezas del museo, con asesoramiento de especialistas.

Alma Tallán y el BID

Además de lo mencionado, hemos podido desarrollar un nuevo proyecto de voluntariado cultural, gracias al financiamiento del BID y otras instituciones. Se trata del proyecto Alma Tallán: recuperando tradiciones con el tejido fino de paja toquilla. Gracias a este, niños, jóvenes y mujeres tejedoras de los centros poblados aledaños a Narihualá, han podido revivir su cultura y entusiasmarse en la búsqueda de un futuro mejor, a través de la participación en diversos talleres de tejido y animación sociocultural, ligados al arte; y los talleres de educación patrimonial y Comunicación 2.0 para los jóvenes.

Como gestora del programa, siento gran satisfacción por los logros alcanzados y agradezco el apoyo de los 17 alumnos de la licenciatura de Historia y gestión cultural, comprometidos con las labores de voluntariado; a los profesores e instituciones que se han dejado conquistar por estos proyectos. Los esfuerzos han dado varios frutos, entre los que destacamos la posibilidad que tendrán nuestros alumnos de realizar prácticas preprofesionales en la sede de la Unesco Lima y la acreditación oficial de los monitores UDEP, como parte del programa de Defensores del Patrimonio del Ministerio de Cultura.

Esperamos que más instituciones se unan a esta Brigada Cultural, porque según la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes (2008) “Los jóvenes tienen derecho a la vida cultural y a la libre creación y expresión artística”, incentivando estos espacios de participación en este tipo de proyectos, contribuimos a hacer realidad este derecho cultural.

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