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Jul

2014

Todos queremos tener disponible un taxi – o mototaxi – en el momento que lo necesitamos. Si estamos en la calle, levantamos la mano para llamar la atención y tendremos más de uno dispuesto a movilizarnos. En ese momento no nos preocupa el lugar donde estamos, no miramos alrededor ni medimos riesgos. No es buena […]

Por Jorge Timaná. 18 julio, 2014.

Todos queremos tener disponible un taxi – o mototaxi – en el momento que lo necesitamos. Si estamos en la calle, levantamos la mano para llamar la atención y tendremos más de uno dispuesto a movilizarnos. En ese momento no nos preocupa el lugar donde estamos, no miramos alrededor ni medimos riesgos.

No es buena idea tomarlo antes de cruzar la esquina de una intersección, cerca de la línea de parada. En realidad es un muy mal lugar. Peor aún si es una intersección con semáforo y decidimos parar un taxi cuando la luz está en verde. No solo bloqueamos el tránsito y contribuimos con el caos, sino que ponemos en riesgo nuestra seguridad y la de los demás.

Si queremos tomar un taxi cerca de una intersección, ubiquémonos en el lado correcto, donde el vehículo ya haya cruzado y detengámoslo luego del cruce peatonal si hubiera, o a unos 5 metros de la esquina. ¿Cuánto nos cuesta ubicarnos bien para tomar un vehículo? ¿Qué es lo más complicado que debemos hacer? Seguro tendremos que caminar un poquito, buscando un lugar seguro para nosotros, para el mismo vehículo que nos transportará y para los demás, conductores y peatones.

Lo mismo pasa cuando bajamos: hacemos parar el vehículo en la esquina antes de cruzar, o en el carril derecho de circulación en una calle de un solo sentido, o en doble fila en una avenida con estacionamientos lateral. Bajamos nuestras cosas, pagamos, esperamos vuelto. Una acción que podría durar 10 o 20 segundos, tiempo que en algunos casos, es suficiente para fomentar el desorden, el ruido, la frustración, la agresión entre nosotros mismos.

Con los buses o combis no tendría por qué ser igual, pues se supone que para ellos deben existir paraderos establecidos. Sin embargo, la municipalidad no ha regulado paraderos para los buses y estos se detienen en cualquier esquina dónde hay pasajeros, uno tras otro bloqueando totalmente el paso. Como usuarios de este servicio, podemos hacer mucho para reducir el desorden, como evitar bajar y subir al vehículo en cualquier esquina.

En el centro de la ciudad de Piura, los taxis van lento, tocando claxon insistentemente para llamar pasajeros. Saben que en cualquier lugar pueden encontrar una persona que solicite su servicio. Aunque no lo parezca, como clientes del servicio de transporte público los peatones tenemos la fuerza suficiente que los obligaría a cambiar de actitud. El conductor parará donde mejor le convenga para acceder a su cliente. Elijamos lugares seguros para tomar un taxi, que no entorpezcan más el tráfico que de por sí es complicado. Nos quejamos mucho de éste, del desorden, de la falta de respeto, de la ley de la selva en las calles de Piura. Es mucho lo que cada uno de nosotros puede hacer para que esto mejore.

28_05_14_timana

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