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Jul

2014

Empresas familiares: ¿Los hijos son los mejores gerentes?

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Pablo Domínguez, director del equipo de investigación de la UDEP en el proyecto Step Perú, explica que entregar el mando de la organización a un profesional fuera de la familia puede ser la mejor opción en algunos casos.

Por Fabiola Bereche. 26 julio, 2014.

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Los conflictos entre parientes pueden causar el cierre de una empresa familiar, explica Pablo Domínguez, profesor del PAD – Escuela de Dirección y director del equipo de investigación de la UDEP en el proyecto Step Perú. Y anota que, dentro de estos conflictos, las disputas por la sucesión del mando suelen ser las más comunes.

¿A quién corresponde, pues, recibir la posta del padre fundador? Domínguez señala que lo natural es que el fundador de una compañía busque al sucesor entre sus hijos; no obstante, apunta que la mejor opción podría ser buscar a un profesional fuera de la familia, si los herederos no están interesados en el negocio o no tienen las condiciones para dirigir.

“Buscar a un tercero no es lo deseable, pero si las circunstancias exigen que el gerente general no sea un miembro de la familia, esto no quita el carácter familiar a la empresa, porque el gobierno de la organización, donde se toman las grandes decisiones, sigue en manos de los parientes”, comenta.

Pablo Domínguez.

Pablo Domínguez.

Criar futuros ejecutivos
El especialista señala que la formación de los hijos que recibirán la empresa familiar debe enfocarse en dos ámbitos: en el campo profesional, donde se preparan en aspectos relacionados al quehacer de la empresa, y en la propiedad emocional, que supone generar un compromiso con la compañía.

“Si bien los fundadores están enfocados en sacar adelante el negocio, deberían dedicar más tiempo a organizar visitas de sus hijos a la empresa para que la conozcan, y, desde que están en el colegio, compartir con ellos logros, retos y planes de la organización para que se sientan comprometidos”, detalla.

Asimiso, destaca que aunque los lazos emocionales con la compañía deben forjarse a una edad temprana, lo recomendable es que los hijos se formen profesionalmente en otras organizaciones e ingresen a trabajar a la compañía familiar cuando ya tengan la capacidad de asumir cargos directivos.

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