12

Oct

2018

Dra. Teresa Téramo

“Contar buenas historias es un arte”

Toda serie, documental, película, cortometraje, largometraje o publicidad exitosa necesita un buen guion. La Dra. Teresa Téramo, guionista y profesora de la Pontificia Universidad Católica de Argentina, habló del tema en las Jornadas de Comunicación.

Por Koko Zavala. 12 octubre, 2018.

Un guion es como un puente indispensable para cruzar de una orilla a otra. Ese puente que tal vez después de usarse se dinamita, porque tiene un sentido de instrumento necesario. “Ningún buen director improvisa, en el terreno audiovisual no cabe la improvisación. Es una malla de escritura, un texto literario que también debe ser escrito correctamente, sin fallos ortográficos”, enfatiza Teresa Téramo.

La especialista, profesora de las asignaturas de guion y adaptación de la literatura al cine de la Maestría en Comunicación Audiovisual de la Pontificia Universidad Católica de Argentina, explicó a los asistentes a las Jornadas, y a los participantes del taller Adaptación de la Literatura al cine: Miradas sobre Latinoamérica, conceptos básicos a tener en cuenta.

“Fundamentalmente un guion está dividido en escenas, y cada escena tiene un encabezado con un cuerpo donde se escriben las acciones y personajes, incluyendo los diálogos. Desde el punto de vista del contenido, un guion lo constituyen acciones y diálogos. Como pertenece a la escritura audiovisual, debe ser escrito en presente, de modo indicativo y voz activa, porque el guion tiene que expresar acciones no estados, y también afirmativo, nunca se puede negar, porque las acciones se enuncian para ser hechas, no negadas”, detalló.

Estas lecciones las remarca ante los jóvenes que, en general, tienen un gran interés por la industria de los audiovisuales, la misma que hoy –con apoyo de la tecnología- va creciendo, tanto en el país como en el mundo.

¿Qué función cumplen los diálogos en un guion?
En un guion los diálogos a veces fallan por ser muy extensos. Los personajes deben tener diálogos de no más de tres líneas. El dialogo tiene que ser conducente a la acción, caso contrario falla. Desde el origen del cine, el guion se emplea casi como hoy, aunque es verdad que con el cine industrial, o tal vez Hollywood, se impuso un sistema de trabajo o escritura para el cine. En el trabajo del cine se pierde y se gana mucho dinero, entonces no se puede improvisar y para evitar esto hay que tenerlo todo escrito, con la finalidad de evitar los desacuerdos o pérdidas de tiempo.

¿Una película con éxito de taquilla puede considerarse una obra maestra del cine?
Definitivamente sí, porque el público es uno de los factores importante que decide el éxito o no de la película. En los festivales de cine, como lo dicen los directores, el mejor premio es el del público. Los premios a veces son muy relativos, pero el público no miente. Es verdad que todo un circo de marketing alrededor de determinada película influye, pero a las dos semanas es seguro que pierde público. El lapso de dos meses ayuda a comprobar la calidad de la misma película y para que la haya alcanzado debe cumplir ciertos requisitos o parámetros y satisfacer al público. Si no satisface al público, hay un ingrediente muy importante que está fallando.

Pero no le pasa a todas las películas…
Sé que acá en Perú, una película que tal vez desde el punto de vista compositivo no fue tan buena es “Asu mare”, pero resultó taquillera y satisfizo al público. Lo que puedo decir es que está bien hecha porque tocó valores universales que atrajeron a la gente, y satisfacer y hacer pasar momentos de felicidad al público es muy importante. En esta película se ven valores como la maternidad, el deseo de progresar en la vida de un chico de barrio que se convierte en una estrella de espectáculos y otros elementos. La película supo conquistar a su público.

En el caso de las películas de ciencia ficción, ¿cómo se da esta conexión del contenido con el público? ¿Se puede decir que la realidad y la ficción se fusionan en determinado momento?
Muchas veces la realidad supera a la ficción. Mirar más la realidad, como en el caso de las biopics o películas sobre personajes históricos, nos puede ayudar a entender mejor nuestro pasado y nuestro presente. A la hora de construir una película, da igual que sea un personaje histórico o imaginado por el autor, porque en realidad lo importante es crear una buena película, y para eso hace falta atenernos a los principios poéticos. Yo no necesito en una película o en una obra literaria contar una verdad, pero sí algo que sea verosímil, y la verdad del cine, la literatura y el arte, es una verdad por analogía, pero es una verdad.

Existen películas que nos inventan una historia partiendo de la verdad del amor, el odio, la venganza, que son verdades humanas universales. Es interesante ver la ficción y la literatura como elementos que nos ayudan a entender la realidad, porque nos acercan a la humanidad.

Sobre el desarrollo del cine latinoamericano, ¿cómo lo califica?
Creo que estamos pasando un buen momento y se está produciendo buen cine. Considero que para que el arte florezca tiene que haber libertad o vínculos con contextos de no censura. Políticas públicas de apoyo al cine han facilitado este desarrollo. En el caso de Argentina, en la década del 90 producía 12 películas, pero a partir del 2001, pese a la crisis del país, se ha llegado a producir un promedio de 25 películas por año. La academización, a través de las escuelas de cine, también contribuyó en este aspecto.

Hay un buen momento, entonces ¿es una oportunidad para los jóvenes que quieran dedicarse a los audiovisuales? ¿Qué deben tener en cuenta?
La tecnología digital ha abaratado los costos para hacer cine permitiendo que todo alumno con una buena cámara fotográfica pueda producir material. Sin embargo, tener la mejor cámara no hace al productor o al fotógrafo; la esencia del cine está en saber contar las historias, para eso está el guion. Si no tengo una buena historia que contar, de nada me sirve toda la tecnología con que disponga. En este sentido si los jóvenes quieren dedicarse a los audiovisuales deben, primero, saber observar la realidad con todos los sentidos, educarlos y fomentar el buen gusto estético. La experiencia que he tenido con los alumnos de la Universidad de Piura ha sido enriquecedora, pues nos hemos pensado con el cine, reflexionando sobre el presente y buscando cómo hacer este mundo más bueno con el buen cine y la buena literatura que escribamos.

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