02

Jul

2018

Proyecto “Piura la Vieja”

La importancia de trabajar concertadamente con la población

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El 19 de junio, en la Municipalidad Distrital de La Matanza (Morropón), se inauguró la exposición itinerante “Las primeras ciudades hispanoamericanas. Testimonios materiales”. Este mes, se inaugurará, paralelamente, en Lima (Perú) y en Salamanca (España).

Por Cristina Vargas. 02 julio, 2018.

La inauguración de esta exposición fue la ocasión propicia para un reencuentro con la población matanceña y del poblado de Piura La Vieja, que resultó muy enriquecedora, por el aprendizaje obtenido, tanto de los que llevábamos la exposición (Facultad de Humanidades de la Universidad de Piura), como de la población que se dio cita en este evento, especialmente los niños y adolescentes, de escuelas primarias y secundarias de la zona, con quienes interactuamos en  interesantes talleres de aprendizaje.

Uno de los aprendizajes recogidos fue que aún queda mucho por trabajar con la población, en el conocimiento y valoración del patrimonio del que son herederos, pues muchos de ellos desconocían  que el yacimiento que tienen muy cerca -el de Piura la Vieja- constituye un legado histórico excepcional, al ser San Miguel, la primera ciudad fundada por los españoles en el Pacífico Sur al inicio de la conquista del Tahuantinsuyo. Junto a ello, era importante reforzar el gran potencial que dicho legado contiene para su desarrollo futuro y sostenible.

Es allí donde no solo la educación formal, la impartida en las aulas, sino también la no formal y la informal, entran a tallar para desarrollar o reforzar la identidad cultural y, por añadidura, el involucramiento activo en la protección y promoción de su patrimonio. Para ello, en esta ocasión, la actividad de difusión (exposición), contempló la realización de dos talleres, enfocados en  alumnos de primaria (quinto y sexto año) y, de secundaria (cuarto y quinto). El primer taller llamado “Imaginando Piura la Vieja”, buscaba, a partir de un breve relato sobre la historia de dicha población en el siglo XVI, que los niños conocieran sobre el lugar y su importancia histórica, empleando para ello la información brindada y el explotar su imaginación a través de la pintura. Los niños recrearon, de esta manera, los aspectos que más les había impactado de la historia narrada o, en algunos otros casos, cómo imaginaron el encuentro de los dos mundos, en ese entorno que ahora habitan. Sus trabajos fueron expuestos momentáneamente, al terminar la actividad, en la Plaza de Armas de La Matanza.

El segundo taller se dirigió a un grupo de estudiantes de secundaria. Luego de una breve narración sobre la historia del sitio y sobre los valores del patrimonio cultural, se les entregó pequeñas hojas de papel, simulando las piedras con las que se construyeron los muros de las viviendas, iglesia, cabildo, convento de La Merced, casa del corregidor y demás infraestructuras de la ciudad de San Miguel y que se han podido identificar gracias a la investigación histórico-arqueológica del proyecto. En cada una de esas “piedras simuladas”, se les invitó a los alumnos a colocar una acción que proponían para proteger y difundir, el yacimiento arqueológico y sus valores. Con todas las “piedras”, se construyó de manera conjunta, un muro imaginario, como las paredes del sitio patrimonial, como un símbolo del compromiso que, como población local, asumían.

El objetivo de ambas actividades, es claro: incorporar, a través de la reflexión y, como consecuencia, de la acción, a la población en las acciones de protección de su patrimonio. Y es que en todo proyecto cultural con impacto sobre la comunidad –como en su mayoría lo son-, se torna capital trabajar coordinada y conjuntamente con la población directamente involucrada. La sinergia entre la población y, en este caso, la academia, no puede dejar de lado, por supuesto, a instituciones directamente involucradas como las Municipalidades y los Gobiernos locales, ambos con competencias y responsabilidades en materia de cultura y herramientas tributarias; así como con otras instituciones concernidas como el Ministerio de Cultura.

En el caso de Piura la Vieja, hay que reconocer el apoyo constante y decidido del gobierno local de La Matanza y de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Piura. Pero esta suma de esfuerzos, debe incluir a la empresa privada comprometida con el desarrollo de una comunidad y una región. Su apuesta por el desarrollo de las comunidades, a través del financiamiento de proyectos directa o tangencialmente vinculados a la cultura,  permitiría un crecimiento armonioso y beneficioso para todos los involucrados.

En ese sentido, somos conscientes desde la Universidad de Piura que, pese a sus potencialidades, hasta la fecha no se ha dado un impulso sólido a la actividad turístico-cultural en la zona, pues aún queda trabajo por acometer para que el yacimiento se convierta en un atractivo turístico capaz de atraer a visitantes nacionales y extranjeros. El potencial existe y este patrimonio, al igual que otros en nuestra región, son la base del impulso de un turismo diferente al de “sol y playa”, con el que tradicionalmente se asocia Piura y que, además, podría tener un impacto significativo en las poblaciones circundantes. La planificación y la concertación se vuelven los pasos prioritarios para lograr un desarrollo turístico en la región y responder a las expectativas y necesidades del visitante nacional y extranjero. Por su parte, Piura La Vieja es un sitio que conjuga tres elementos claves y responden a las necesidades de estos grupos de turistas: (1) patrimonio cultural: segundo asentamiento fundado por los españoles en la época de la conquista, (2) riqueza cultural al formar parte de las particularidades climáticas y físicas del Bosque Seco, y (3) comunidad local con tradición cultural (Cienfuegos, 2016).

Es necesario, entonces, que el trabajo por convertir este yacimiento en un punto clave de atracción turística en la región, involucre a la población y se realice de forma concertada con los diferentes actores institucionales. Para ello, el empoderamiento de la población a través del conocimiento y compromiso, subsiguiente, con su patrimonio, es capital. Luego, el apoyo de las nuevas autoridades, tanto del gobierno local como regional, y la priorización del tema cultural (aunque no solo en su conexión con el turismo, sino también como base o pilar del desarrollo social, sostenible y creativo), serán clave para seguir trabajando por el desarrollo de Piura la Vieja y de Piura en general. Finalmente, el compromiso de la academia, por seguir apoyando en ese proceso, se mantiene en pie.

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