08

Ene

2019

Más egresados de la UDEP pueden sumarse

La primera ‘Beca gratitud’ está en marcha

La iniciativa nació de un exalumno. Quería mostrar su agradecimiento a la UDEP por la formación que había recibido. Ahora, es una realidad y más egresados pueden sumarse a ella, creando un hermoso efecto multiplicador.

Por Elena Belletich. 08 enero, 2019.

Billy Diego Falcón Quicaño (Prom. 2010) estudió Administración de Empresas en Campus Lima de la Universidad de Piura. “La elegí porque me motivó el enfoque hacia las personas y el enfoque empresarial de sus profesores de la maestría, a los que escuché en unas clases que dieron en Arequipa, donde vivo”.

Su experiencia en la UDEP fue tan grata y enriquecedora que Billy buscaba la forma de retribuir lo recibido, incluyendo la beca parcial que tuvo durante casi toda su carrera. “Le comenté al doctor Antonio Mabres que me encantaría devolver este apoyo que significó un cambio muy bonito en mi vida. Para mí, estudiar en la UDEP fue una bendición y me gustaría que más jóvenes vivieran lo que yo viví aquí”.

Billy Falcón, con el doctor Antonio Mabres, en su visita a Campus Piura de la UDEP.

Al principio, Billy pensó que esta beca podría llamarse “Beca Mabres”, por la asesoría y enseñanzas recibidas del exrector de la UDEP; pero, su mentor no aceptó. Pensando en posibles nombres, el doctor Mabres sugirió que se llamara “Beca gratitud”. Esta sería la señera, en adelante, Billy espera que haya muchos más voluntarios para dar este tipo de becas.

La Beca gratitud y el primer becario
La beca cubre las pensiones académicas, mientras dure la carrera elegida por el becario. Para ello, el beneficiario debía ser seleccionado rigurosamente. Se decidió comenzar en Campus Piura, a inicios del 2018. El elegido fue Aarón López, de Máncora, uno de los alumnos más destacados de la primera promoción del Colegio de Alto Rendimiento (COAR) de Piura.

En casa de Aarón.

Para tomar una decisión colegiada, Eric Mayorga, gerente Comercial y de Marketing; Carlos Rodrich, director del HUB UDEP; y Antonio Mabres, entonces vicerrector de Investigación de la Universidad de Piura, lo entrevistaron; así como a otros escolares que ocupaban los primeros puestos en el COAR. Billy seguía de cerca el proceso, desde Arequipa, donde dirige dos empresas. Luego, junto con el doctor Mabres, ha brindado asesoría y orientación a Aarón, durante el año.

Aarón eligió seguir Ingeniería Mecánico Eléctrica. A la fecha, ha terminado el primer ciclo con muy buen rendimiento; previamente, tuvo que hacer el ciclo introductorio. Ahora, se alista para reiniciar clases en marzo.

Hace poco, Billy llegó a Piura, no solo para conocer el campus de su alma mater sino también para conversar con Aarón y conocer a su familia. “Los he conocido y, el hacerlo, ha cambiado la perspectiva. Pensaba que con la Beca solo se apoyaba al becario, pero ahora veo que toda la familia siente la ayuda, incluso su hermana, que estudia en la Universidad Nacional, y su abuelita. Es una inspiración para todos. No solo hemos conversado sobre la Beca gratitud sino de lo que ellos pueden hacer a futuro para generar más recursos”, comenta entusiasmado.

Sobre Billy
Ingresó a la UDEP en el 2005. Al terminar, en el 2010, comenzó a trabajar en diversas empresas de Lima; pero, al enfermar su mamá, decidió apoyarla 3 meses, en el restaurante que tenía en el distrito de Characato (Arequipa) y se quedó allí. “Ahora tengo dos empresas de gastronomía en la misma ciudad y, próximamente, pensamos expandirnos hacia Tacna y el resto del Perú, especialmente el sur, porque somos muy conocidos por allá; y, también a Chile”.

Fue aplicando lo aprendido para repotenciar y dinamizar la picantería que tenía su mamá: “La Benita”, que lleva el nombre de ella. “Con mi madre y dos hermanos le pusimos mucho esfuerzo y profesionalismo para hacerla crecer”, comenta.

“Mientras estudiaba, yo necesitaba recursos para mis copias, mi alimentación y otros gastos. Mi fuente de ingresos era atender en el restaurante en mis vacaciones de verano o de medio año, gestionarlo, aumentar las ventas, reducir costos. Eso ha sido un entrenamiento maravilloso que ahora puedo aplicar con más herramientas”.

Luego, la empresa que tiene su edad (32) despegó aún más cuando fueron invitados a Mistura 2013, donde ganaron el “Cuyazo” (un concurso que premia al chef que cocina mejor el cuy). Hoy, no solo ese primer restaurante ha crecido mucho, sino que tiene otro en el mismo distrito, y, de los 5 o 6 trabajadores que dirigía antaño, ha pasado a  tener más de 50.

Billy dice que lo más importante que recibió de la UDEP fue la formación humana. “Hemos llevado 7 cursos de Marketing, 7 de Finanzas, otros de Excel, tablas dinámicas que es muy importante; y otros cursos; pero yo me quedo con el de Gobierno de personas y el de Teología moral, esos cursos son claves hasta el día de hoy para dirigir equipos, personas y, obviamente, empresas y negocios”.

Los conocimientos y la formación recibida le llevan a considerar que la persona es lo más importante de toda empresa, por ello, nos dice: “Tengo reuniones constantes con mi equipo. Yo viajo mucho, pero superviso y sigo su trabajo en paralelo; así como sus capacitaciones, sobre todo las de los líderes del equipo”. Está convencido también de que el diálogo y el saber escuchar marcan la diferencia en un equipo de trabajo.

“Mis planes futuros a nivel gastronómico son seguir creciendo muchísimo. Estamos a punto de hacer la franquicia para tener un crecimiento masivo y exponencial de restaurantes”.

La Beca gratitud es todo un reto para él y señala que espera poder potenciarla este año, especialmente, cara a las Bodas de Oro de la Universidad. A propósito de esta efemérides, Billy deja este mensaje a la UDEP: “No tengo más que agradecimiento para la Universidad de Piura. Deseo que sigan haciendo lo que saben hacer, y que sigan confiando en la Virgen como lo hacen. ¡Millones de gracias!”.

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