Rumbo al bicentenario, al celebrarse el 198 aniversario de la independencia del Perú, vale la pena hacer un repaso a nuestra historia, evaluar qué logramos y qué falta , mirando el pasado, desde el presente.

Por Dirección de Comunicación. 28 julio, 2019.

¿Cuáles son los aspectos más importantes, de la Independencia del Perú que han contribuido a su desarrollo a través de estos dos siglos? El historiador Pável Elías Lequernaqué, docente de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Piura, señala que la primera tarea que tuvieron los peruanos al proclamarse libres y soberanos fue escoger la mejor forma de gobierno para este naciente estado. Se eligió entre Monarquía y República a esta última. Luego se presentaba como problema y reto a la vez surgir de las cenizas en lo que a economía se refiere. En lo político, la falta de un grupo dirigente que asumiera los destinos de ese naciente estado, propició que surja lo que Jorge Basadre llama “El Primer Militarismo”, que se prolongó hasta aproximadamente inicios de 1842. En lo social, también era difícil la situación.

“Durante el boom guanero o “época de la prosperidad falaz”, como la llamó Basadre, se hicieron algunas cosas importantes, pero también hubo errores gruesos de los gobiernos de turno. Luego, el primer gobierno civil en la historia del Perú, por elección, de Manuel Pardo, a través del primer partido político en la historia del Perú Republicano y fundado por él mismo, el Partido Civil, hacía prever, el lento cumplimiento de “la promesa de una vida mejor” para los peruanos de entonces”, comenta el docente.

Menciona como otro aspecto relevante en la historia del Perú, la guerra del Pacífico, que “nos hizo morder el polvo de la derrota e hizo reflexionar mucho a los intelectuales posteriores a este suceso nefasto en nuestra historia sobre lo que nos había sucedido. La generación del 900 inicia esta larga reflexión que luego seguirán generaciones posteriores como la “del Centenario”, agrega. “La lección de esta guerra es que a pesar de la derrota, tanto física como espiritual (se creía que ésta se ganaría sin mayor problema), los peruanos de entonces se levantaron: la rápida reconstrucción nacional lo demuestra. Había algo que movía y motivaba a los peruanos de entonces, a pesar de las adversidades y dificultades, así como de las diferencias que había, y que los hizo unirse en esta situación desesperante. Es lo que José Agustín de la Puente llama “el alma nacional”, refiere.

Somos peruanos
Para el historiador, si se hace una mirada histórica del siglo XX y lo que va del XXI, especialmente de los problemas que aquejan al país, es claro que la nación –aun en pleno perfeccionamiento- ha sobrevivido y se mantiene en pie, por ese espíritu nacional presente en cada uno de sus miembros.

“Hoy, en una clima de desesperanza y desconcierto por lo que pasa con nuestra clase dirigente, la que debería representar el bien común de la nación y no los intereses particulares o de grupo, donde pareciera que no hay remedio a nuestros males, especialmente por la corrupción y los delitos que genera, donde sobre los últimos presidentes pende la duda por diversas acusaciones relacionadas con estos delitos, debemos apelar a la historia: sobre problemas igual de graves, los peruanos que nos han antecedido se han sabido sobreponer y salir adelante, ellos y el Perú. Pero requiere que no seamos simples espectadores de lo que ocurre, y más bien nos exige trabajar desde nuestra profesión u oficio, para mejorar esta situación de desesperanza y desosiego”, enfatiza.

Rumbo al bicentenario
El profesor Elías también se refiere a los aspectos fundamentales para el crecimiento económico y el desarrollo humano del país, que deben atenderse, cara al bicentenario de la Independencia. “Todo parte por mejorar la educación, no solo en la forma sino, principalmente, en el fondo. No únicamente a nivel de infraestructura o capacitación y mejorando el sueldo de los maestros”, explica.

El historiador pone especial atención a los currículos de la educación básica regular y universitaria que van dejando de lado cursos humanísticos como historia, filosofía, educación cívica, economía política, etc. “Esto antes formaba a personas idóneas y más completas. En el ámbito universitario, en varios centros van desapareciendo estos cursos, en aras de introducir al alumno directamente a su carrera profesional. Se sacrifica estas materias que son básicas en la formación de la persona humana y en el nivel ético y deontológico de la profesión. Los errores y delitos que se cometen hoy en los altos niveles del gobierno y estado peruano, tienen en parte su causa en esta “degeneración” de la educación actual”, señala.

En este camino a cambiar el país, hay retos prioritarios. “Mejorar la educación, culminar el proceso de inclusión de los peruanos que viven más alejados a la ´modernidad´, respetando su cultura, lengua, entre otros ámbitos; eliminar la corrupción; brindar protección a la mujer y eliminar los feminicidios”, menciona el docente.

Sobre el tema de la pobreza y redistribución de la riqueza en el Perú señala que es fundamental, desde el ámbito de dar las posibilidades para el crecimiento económico de los peruanos. “Que las cifras tan positivas a niveles macro, como se ha visto en las últimas décadas, se vean también reflejadas a nivel micro en cada uno de los peruanos”, indica. Incluye en esta labor de los peruanos, mejorar el tema cultural en el Perú, así como la educación, ya que, son los pilares del crecimiento de una nación.

 

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