01

Sep

2020

ARTÍCULO DE OPINIÓN

La economía de las vacunas

Es necesario destinar todos los fondos posibles no solo al desarrollo de las vacunas, sino también a asegurar su producción.

Por Germán Vega. 01 septiembre, 2020.

Recientemente, el presidente Vizcarra anunció compromisos con laboratorios internacionales para la adquisición de hasta 30 millones de vacunas contra la COVID-19. Estos acuerdos implican un desembolso importante de dinero en los próximos meses. Sin embargo, dado que aún no se ha demostrado que ninguna vacuna funcione, ¿tiene algún sentido esta estrategia?

El trabajo del economista Michael Kremer, Premio Nobel 2019, nos da la clave. Para empezar, debemos entender que es primordial desarrollar la vacuna cuanto antes. En primer lugar, porque es la mejor forma de contener al virus y salvar vidas. En segundo, porque mientras más rápido se obtenga la vacuna, menores serán las pérdidas económicas, lo cual permitirá salvar aún más vidas.

Debido a este premura, es necesario destinar todos los fondos posibles no solo al desarrollo de las vacunas, sino también a asegurar su producción. En otra situación, sería un error invertir en fábricas para producir una tecnología sin tener la certeza de que esta funcione. Pero en el contexto actual, esperar la aprobación de una vacuna para recién asegurar su masificación puede costar vidas.

¿Cuál es el problema? Pues que los agentes involucrados conservan los incentivos para invertir por debajo del punto óptimo social. Por un lado, los laboratorios tienen el riesgo de que la vacuna no funcione.  Los posibles compradores tienen el mismo riesgo, pero a ello hay que sumar las dudas sobre el compromiso del laboratorio en llevar a cabo el proceso.

Aquí es cuando aparece la solución de Kremer y su equipo para crear un mercado especial de vacunas. Los interesados en adquirir las vacunas, países como el Perú, deben realizar pagos adelantados que les aseguren recibir un número determinado de vacunas exitosas. Pero estos pagos adelantados no cubren la totalidad de la inversión, ya que los propios laboratorios deben financiar la otra parte con sus fondos propios, asegurando su compromiso en el proceso.

Además, cada comprador debe comprometerse con varios candidatos, para que sea más probable que reciba vacuna exitosa. A la vez, ello permite que los fondos fluyan a la mayor cantidad de laboratorios posibles.

Por lo tanto, lo comunicado por Vizcarra se alinea con lo sugerido por Kremer. Sin embargo, debemos tener claro que la fecha de llegada de las vacunas es incierta y que algunas candidatas no funcionarán. Entonces, si bien este anuncio es importante, también es fundamental que el Gobierno anuncie cuál será la estrategia ante la futura llegada de las vacunas al país.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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