15

Jul

2020

DR. CÉSAR CHINGUEL

“La promoción de la familia puede reducir la inseguridad ciudadana”

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En el contexto de la reactivación económica, muchos problemas sociales volverán, entre ellos, la inseguridad ciudadana. Al respecto, el doctor César Chinguel, comenta algunos puntos que podrían reducir los índices de esta problemática.

Por Hayrond Córdova. 15 julio, 2020.

El doctor César Chinguel, docente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Piura y miembro del Instituto de Ciencias para la Familia (ICF), plantea posibles soluciones al problema de la inseguridad ciudadana que vive el país. En esta entrevista, resalta el valor de la promoción de la familia, la buena educación y el trabajo digno en la vida de todos.

¿Es posible un incremento de la inseguridad ciudadana?
La seguridad ciudadana depende de varios factores, entre los que destacan el sentido de pertenencia a la comunidad, la educación, la cultura cívica, la oferta laboral, el principio de autoridad, la salud mental, etc. Hay que lograr que la comunidad se considere un valor propio. Lo que se considera propio genera respeto; lo que se considera bueno se cuida, se protege y se atesora.

Entonces, si se descuidan los factores mencionados, sí es posible el incremento de la inseguridad ciudadana.
¿Cuáles son las principales causas que generan inseguridad en estos momentos?
Le voy a responder con un ejemplo. Piense usted en un padre de familia que ha perdido su trabajo o le han reducido sustancialmente el sueldo y no le alcanza para alimentar a su familia. Si, además, la vida de sus seres queridos está en alto riesgo y no tiene como ayudarlos, esa persona pasa a un estado de supervivencia.

Si esta situación se repite en muchas personas, como sucede en nuestro país, tenemos configurado un detonador que, asociado a lo comentado en la pregunta anterior, puede desencadenar actos de agresión que generen un aumento en la violencia social. La pandemia ha dejado familias arruinadas, personas sin trabajo y con problemas de salud, tanto física como mental.

¿Cómo se podría reducir el índice de inseguridad en estos tiempos?
Promoviendo la familia, con buena educación – sin ideologías – y generando trabajo digno para los ciudadanos.  Comprender que el bienestar de toda sociedad radica en la salud física y espiritual de las familias que la conforman.  Los machismos y feminismos y demás reduccionismos son deformaciones ideológicas propias de conceptualizar la vida social del hombre – varón y mujer – de modo equivocado, desarticulada de su realidad social natural: la familia.

Albert Einstein decía: “Si buscas resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo”. Cuánto tiempo llevamos con las mismas políticas públicas y los problemas siguen aumentando. La familia es una realidad insustituible. Nos proporciona estabilidad emocional para afrontar los problemas propios de la vida cotidiana.  Hay que trabajar políticas que la promocionen.

¿El Gobierno hace lo suficiente en términos de seguridad, sobre todo, ahora que al problema se le ha sumado el de la salud?
Qué duda cabe de que en nuestro país hay injusticias evidentes, las cuales afectan, principalmente, a la mujer, niños y adolescentes, y que debemos trabajar para erradicarlas. Pero hay que enfocar el problema centrándonos en el origen del mismo para no perder eficacia.

Por ejemplo, desde mi humilde opinión, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables podría denominarse Ministerio de la Familia Peruana y centrar sus esfuerzos en trabajar por la institución familiar como ecosistema social fundamental para la sociedad. Cuando se ve a un niño abandonado pidiendo limosna, detrás existe un problema familiar por resolver.

El ciudadano, ¿de qué manera puede aportar?
Necesitamos avanzar en la construcción cultural del concepto de comunidad, a nivel familiar, vecinal, ciudadano y de país. No basta con sentirse unidos solo cuando nuestra selección juega un partido de futbol importante. El ciudadano necesita considerar que la ciudad es de verdad suya, y entonces la cuidará, necesita saber que los demás ciudadanos son parte de su ciudad, y que debe, por tanto, respetarlos, como espera que le respeten.

Los medios de comunicación pueden hacer mucho más.  En suma, hay que trabajar para salir del individualismo y así pasar a construir comunidad, pero no cualquier comunidad, sino aquella que consideramos como nuestra. Todas las confusas situaciones que vemos a nivel político son consecuencia de la formación que han recibido esas autoridades en sus familias y comunidades. Nadie da lo que no tiene.

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