07

Jun

2022

Artículo de opinión

La depresión

Es importante conocer que la depresión se manifiesta con la alteración del ánimo, que se torna anormalmente bajo y se prolonga en el tiempo; y que quien la padece no puede elevarlo por sí mismo.

Por Rosa Cornejo Briceño. 07 junio, 2022. Publicado en Correo, el 7 de junio de 2022.

Ana tiene 26 años, es ama de casa y madre soltera de una niña pequeña; el año pasado sufrió la pérdida de su madre a consecuencia del COVID-19. Desde entonces, se ha sentido triste y desganada, siente que no tiene paciencia con su pequeña y se irrita con facilidad. Cada día que pasa, siente más dolor y soledad y le cuesta encontrarle sentido a la vida. Ya no sabe qué hacer para no sentirse así. Anhela ser como antes, pero no puede controlarlo.

Hoy, Ana ha sido internada en el hospital más cercano a su vivienda, ya que es la segunda vez que intenta quitarse la vida, y esta vez casi lo logra. Ha sido estabilizada y referida a un centro especializado. Lamentablemente, el sistema de salud en su ciudad no cuenta con uno y Ana no tiene los recursos económicos para costear un tratamiento particular. Mientras tanto, el cuidado de su hija ha sido delegado a un familiar cercano.

¿Qué lleva a alguien a perder el control, a sentirse tan triste y agobiado como para intentar quitarse la vida?
La depresión es un trastorno mental común y, de no tratarse, puede llegar a ser incapacitante. Sin embargo, se tiene un profundo desconocimiento sobre ella, sumado a prejuicios y estigmas sociales, como resultado de la desinformación.

Es importante conocer que la depresión se manifiesta con la alteración del ánimo, que se torna anormalmente bajo y se prolonga en el tiempo; y que quien la padece no puede elevarlo por sí mismo.

Preocupémonos por conocer más acerca de este trastorno y, sobre todo, trabajemos en nuestra capacidad para ser conscientes de este problema, para reconocer en las personas su valor y dignidad más allá de las experiencias que transitan y las decisiones que toman, y dispongámonos a brindar ayuda o a aceptarla si fuera necesario.

En nuestros círculos más cercanos, hay más Anas de las que imaginamos. En no pocos casos, Ana somos cada uno de nosotros.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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