Un abogado, sacerdote para el mundo
El P. Bazán recuerda que sus años de universitario fueron de los mejores de su vida: “junto a personas tan distintas y muy valiosas (…) Además, el ambiente era muy bueno, en cuanto a los profesores y compañeros de clase que tuve. No todos pensaban de la misma manera y veníamos de distintos ambientes, cosa que fue muy enriquecedora. Años después, veo que ahí Dios me preparaba para el sacerdocio”, nos dijo.
Al titularse, dictó clases en Campus Lima hasta el 2012. Desde Roma, comentó que su vocación se fue forjando poco a poco: “con mi familia, de quienes recibí la fe y la primera formación cristiana; en el colegio Salesiano, donde aprendí a tratar a Jesús y a María Auxiliadora. Todo esto no se interrumpió durante mis años en la Universidad de Piura, más bien fue creciendo hasta que Dios me hizo ver que me llamaba para algo más. Descubrí el mensaje de San Josemaría y entré a formar parte del Opus Dei. Todavía no imaginaba que algún día sería sacerdote”.
[beautifulquote align=”full” cite=””]Antes de ser ordenado, envió este mensaje a los alumni UDEP: “les pido que se acuerden de rezar por los sacerdotes, que no olviden todo lo que aprendimos y vivimos en las aulas, y de otras cosas más que los libros no pueden dar (…) No se olviden de Dios, sería una pena que después de 6 años en la Universidad, nos olvidáramos de una parte tan importante de lo que somos”.[/beautifulquote]