Se aproximan las elecciones regionales y municipales. ¿Qué esperar de los candidatos? ¿Honestidad, obras, liderazgo y mucha más letra muerta? Sería solo una raya más en la historia de la política peruana, cada vez más empolvada en el recuerdo de quien alguna vez alzó una pancarta o gritó un eslogan.

Muchos aspirantes desconocen el verdadero significado de hacer política, algo indispensable para dirigir una ciudad. Manejar el arte de gobernar y de servir debería ser su biblia.

También necesita un currículum que sustente la figura que exhibe y hacerse responsable de sus actos pasados y presentes, pues la gente no confía en quien en vez de asumir sus errores se excusa o “tira la pelota a otro”.

Ser candidato no es solo encabezar un mitin y gritar las eternas promesas que sabemos de memoria. Debe construir una imagen, de lo que quiere ser: la autoridad que dirigirá un pueblo por cuatro años. El manejo de un buen discurso, la gestión de una imagen y las acciones que realice (o haya realizado), hasta el cierre de campaña, dirán cómo será su “futuro” gobierno.