Cuando terminé la Secundaria, no tenía claro qué carrera quería estudiar. Tenía muchas posibilidades abiertas; pero, de entre todas elegí, ser profesor de Inglés. ¿Por qué? Siempre me ha gustado compartir el conocimiento y es esa precisamente la labor de un docente: saber llegar al alumno y ayudarlo a sacar lo mejor de él.

Además, inglés es el idioma internacional del siglo XXI. Su dominio te abre un sinfín de posibilidades laborales. Enseñarlo es una tarea desafiante, que empieza a dar sus frutos cuando ves que los alumnos van progresando poco a poco en el aprendizaje y lo disfrutan; esto es algo que llena de alegría al maestro.

Los profesores de esta materia cumplen una labor muy útil para la sociedad: participan en la futura inserción profesional de los alumnos y, muchas veces, en su internacionalización, pues el inglés es un idioma indispensable en estos tiempos.
Actualmente, ya estoy cursando la práctica preprofesional, visitando colegios y dictando clases. No me queda duda alguna de que esta es la profesión que quiero seguir.