Por Antonio Mabres Torelló

El 10 de mayo, en el marco del año jubilar 2019, inauguramos un radar escáner de lluvias, instalado en Campus Piura, y se develó la placa de la Estación Científica Ramón Mugica, en memoria de uno de los profesores pioneros de la Facultad de Ingeniería, de la que fue decano muchos años.

Me impactó muy gratamente la alegría de todos los presentes en aquel acto y los saludos entusiastas de quienes conocían esta noticia por las redes y los medios de comunicación. Se notaba un sentimiento general: había sido un gran acierto, en recuerdo a tan querido profesor, darle su nombre a esa estación.

El nuevo radar es el último de un buen número de instrumentos científicos y espacios donde se investiga en temas ambientales y afines. En el mismo lugar estuvo la primera estación meteorológica tradicional (del Instituto de Hidráulica, Hidrología e Ingeniería Sanitaria, IHHS) y, desde hace 30 años, como parte de un proyecto de la NOAA, se instaló el radar atmosférico (perfilador de vientos ST), el más oriental de una cadena de radares a lo largo del Pacífico ecuatorial, para estudiar la dinámica atmosférica en los episodios del fenómeno El Niño. Luego, han seguido una estación meteorológica automática, un magnetómetro, un sismógrafo y el laboratorio de dendrocronología, entre otros.

En la génesis de los proyectos que trajeron buena parte de esos instrumentos estuvo el doctor Ramón Mugica, por su talante de científico y formador siempre asequible y deseoso de ayudar. En su trabajo destaca la relación con sus colegas y discípulos, abierto a ayudar proporcionando información y consejos. Esas relaciones de confianza que supo generar han sido claves para que se realizaran con éxito esos proyectos.

Acompañaron su trabajo, su disposición e iniciativa para orientar a la población y autoridades, preocupadas por las consecuencias de El Niño en la Región Piura, a veces catastróficas. No se cansó de dar charlas, explicar y responder a los medios, con buena información y, por tanto, con la verdad, transmitiendo siempre serenidad.

Son dos manifestaciones del talante del doctor Mugica en toda su actuación, especialmente como profesor de la Universidad de Piura. Y, algo que hemos recibido de él como un legado, que debe inspirar la conducta de los que seguimos y de los que vendrán, es el espíritu de servicio. Un servicio a través de la investigación para mejorar la sociedad (empezando por nuestro entorno más próximo), y un servicio a los colegas y discípulos, trasmitiéndoles con generosidad las propias experiencias, para facilitar su desarrollo.