El legado de un eximio artista cusqueño a la UDEP
Como dice su hija, Luz González Umeres, profesora pionera de la UDEP: “En una vieja casona de la calle Hatunrumioch, asentada sobre los muros de un antiguo palacio incaico, un 4 de junio de 1890 nace Francisco González Gamarra, en una familia de artistas.
El padre dominaba la pintura y la madre el piano”. Las raíces de su vocación están en el Cusco y en la afición que por las artes le supieron contagiar sus padres.
A los veinte años de edad, asume la dirección artística de la Revista Variedades de Lima. Poco después inicia sus estudios en la Universidad San Antonio Abad que culminará en la de San Marcos con la tesis “De Arte Peruano”, trabajo pionero que recoge los motivos decorativos precolombinos. Su afán por aprender y conocer las obras de los grandes maestros del arte universal lo llevará a los museos de Estados Unidos y Europa. Después de una estancia en París, donde realiza la primera exposición sobre temas cusqueños, fijó su residencia en Lima.
El papel primordial de embajador que, de la cultura y del arte peruano, tanto dentro como fuera de las fronteras de su país, ostentó durante las primeras décadas del siglo XX le valieron multitud de condecoraciones y reconocimientos: Medalla de Oro del Salón Nacional de artistas de París (1927), la Orden del Sol (1929), Premio Nacional de Pintura “Ignacio Merino” (1944), Premio Nacional de Música “Luis Dunker Lavalle” (1950), la Orden al Mérito Civil (que le otorgó el Estado español 1959), y la Medalla de Oro de la Municipalidad del Cusco (1959); también ocupó la Dirección de la Escuela Nacional de Bellas Artes.
Recientemente, la familia del artista ha legado a la Universidad de Piura buena parte de su obra pictórica y musical, que será albergada en el Centro Cultural, son sede en Lima, de esta casa de estudios. Componen la colección: óleos, acuarelas, grabados y muchas caricaturas realizadas para la revista Variedades. La mayoría de sus pinturas son de temática cuzqueña, de género histórico y también hay retratos. De su obra musical, destacan las partituras para piano
y algunas para coro, muchas de ellas inéditas.