Pocas veces se presta atención a los emprendimientos que no tuvieron éxito, a pesar de que pueden dejarnos más de una lección y de que vale la pena comentarlos y analizarlos. Como diría la sabiduría popular “de los errores se aprende”.

En mi caso, siempre me gustaron el emprendimiento y las actividades sociales; fruto de ello, a inicios del 2019 con un grupo de amigos de tres universidades creamos “Yo Emprendo”, una actividad social para ofrecer sesiones de emprendimiento a escolares, a partir del tercer año de Secundaria, en colegios de bajos recursos económicos, para que conozcan temas empresariales y desarrollen proyectos sostenibles.

Reunimos un equipo multidisciplinario, un grupo de voluntarios para las sesiones, el apoyo de una ONG, un colegio para implementar el proyecto, así como de la directora y profesores; pero, faltó un detalle: conocer mejor a nuestro público, los escolares. Incluso, hubo una gran inauguración en el colegio; pero, era muy tarde, no habíamos conectado con ellos. Esta experiencia nos dejó una gran lección, podemos tener grandes proyectos, equipo y apoyo; pero, si no conocemos a nuestro público el emprendimiento no será exitoso.