Carlos Alberto Vila Novoa (Ingeniería Mecánico-Eléctrica, 2009), trabaja en España desde el 2014. Actualmente, es representante de SAP y ayuda a clientes potenciales, de industrias europeas, a definir sus objetivos estratégicos e identificar las mejores herramientas para cumplir sus objetivos.

Con más de 12 años de experiencia profesional en el Perú y España, Carlos asegura: “las habilidades técnicas fueron muy importantes en la primera fase de mi vida profesional; pero, a medida que avancé, se hicieron cada vez más relevantes las habilidades “soft” adquiridas en la UDEP: capacidad de trabajo, empeño, dedicación, curiosidad y rigor; y, valorar la palabra dada, la ética, la formalidad…”.

“Los inicios estuvieron muy orientados a las operaciones de producción, mantenimiento, puestas en marcha y calidad de plantas industriales”, comenta. Posteriormente, hizo una maestría en Logística y Cadena de Suministro en Barcelona, y orientó su carrera hacia la consultoría estratégica en transformación operativa de la cadena de suministro.

Actualmente, es experto en Industria y Transformación de Supply Chain, en SAP, uno de los principales productores mundiales de software para gestión de procesos de negocio. Refiere que su formación profesional le dio una visión amplia y las habilidades para desempeñarse: “ha sido clave tener una visión detallada de los procesos industriales, de fabricación, materiales y tecnología, y la capacidad mental y de abstracción que ejercitamos en la carrera”.

Recuerdos de la UDEP

Carlos no pierde el contacto con su alma mater, con sus profesores y compañeros de promoción, pues valora mucho las relaciones que hizo en la universidad: “¡grandes amigos para toda la vida!”; así como el rigor de los profesores: “algo que, no entendemos bien cuando somos estudiantes; pero, que nos prepara enormemente para el futuro laboral. Espero que el claustro UDEP siga en esa línea de rigor, disciplina, calidad y valores cristianos”.

Asimismo, es consciente de que los valores son fundamentales para el desarrollo. “En el mundo, estamos experimentando un declive en valores, y ya estamos viendo los resultados (corrupción, guerras, altas tasas de divorcios, suicidios, infelicidad, etc.). Un negocio sin los valores, no es sostenible en el tiempo. Además, la única manera de reconducir la situación es experimentar la paz y el gozo que sólo nos puede dar Dios”, enfatiza.

Los estudiantes IME en el desarrollo

El egresado sostiene que “el estudiante tiene una gran responsabilidad ya que, tradicionalmente, existe una brecha entre lo que recibimos en las aulas y lo que la industria requiere; no obstante, estamos en una era en la que tenemos mayor acceso a tecnología, datos, cursos e información. Para ser exitoso en el mundo laboral, tienes que ser perfectamente consciente del impacto que tu área de trabajo tiene en la compañía (o empresa). Actualmente, todos los procesos de una empresa están regidos por la tecnología”.

“Es clave que el estudiante entienda la tecnología como el soporte para facilitar la consecución de objetivos de la empresa, no como el objetivo final en sí mismo”, recalca.