En diciembre, con sentimientos encontrados, Jorge Zavala Ganoza, Koko, como lo conocemos todos, se jubiló, luego de 32 años de trabajo en Amigos y en lo que hoy es la Dirección de Comunicación (Dircom).

Durante estos años, y antes, cuando era estudiante, fue testigo del crecimiento de la universidad y graficó gran parte de su historia. “un privilegio concedido a unos pocos”, dijo al despedirse.

Egresó de la Facultad de Comunicación (1975), del entonces programa de Ciencias de la Información, pero ya desde cuando era estudiante hacía sus ‘pininos’ periodísticos en un medio local. “En esa época salíamos como ‘todo terreno’ a conquistar el mundo de las comunicaciones”.

Al egresar, su pasión por la fotografía lo llevó a ser fotoperiodista del diario Correo. “Para esos tiempos, mi presencia era un sacrilegio para los fotógrafos de planta, aunque con el tiempo aprendieron a soportarme y, sobre todo, vieron que todas las fotos, al igual que las notas periodísticas, debían reflejar siempre la verdad”. Luego incursionó en otros medios, incluyendo la prestigiada revista Caretas.

En 1990, comienza a trabajar en la revista Amigos: “una larga andadura de más de tres décadas y una intensa experiencia en el entorno académico, la vida institucional y el compañerismo que se respira desde siempre (…)”. Casi todas las portadas de Amigos, de las notas publicadas, de los suplementos difundidos, de los libros gráficos de la UDEP tienen fotos o escritos de Koko Zavala.

“Confieso que me ufano de ser parte de la transición de la fotografía ‘analógica’ a la digital y de haber aprendido (y seguir haciéndolo) de las diversas tecnologías que, actualmente, se usan”, comenta con orgullo.

“Me pongo como pavo real enamorado cuando se menciona la historia gráfica de la UDEP. El haber ‘escrito’ con mi cámara la mayor parte de ella, es uno de los más importantes logros profesionales que registra mi paso por Campus Piura, y, con algunas visitas esporádicas, por Campus Lima”.

Koko comenta que se va “enriquecido con la amistad y compañerismo que siempre recibí; y, salgo dispuesto a reconquistar otra vez el mundo. Además, la UDEP es mi segunda familia, por lo que esto no es un adiós, sino un ¡hasta pronto!”.