¡Premio al mérito!
El 2023, la universidad distinguió a cinco de sus docentes como profesores eméritos. En los actos realizados en Piura y Lima se les otorgó esta categoría de profesor extraordinario, reconociendo así su prestigio y experiencia, en el ámbito académico. Aquí una sucinta reseña.
Rosa Zeta de Pozo (Comunicación)
El 27 de febrero, la profesora Rosa Zeta fue investida como profesora emérita. Como egresada de la facultad y con sus más de 47 años de trayectoria docente, expresó: “En este largo recorrido he visto crecer académicamente a la universidad y, en ella, también me he forjado como una persona y una profesional íntegra.
El camino siempre ha sido enriquecedor”.
Por su parte, el rector Antonio Abruña resaltó que la doctora Zeta ha servido a la UDEP con dignidad, educación y generosidad. Enfatizó: “Su trabajo ha contribuido a la formación de quienes seguimos adelante con nuestro proyecto tan apasionante que es la Universidad de Piura”.
El decano, Juan Carlos More, expresó que era un honor ser testigo de esta distinción: “Es un hito en su carrera y en nuestra facultad, que nos sirve como ejemplo a los demás profesores y a los futuros docentes, para saber a lo que debemos aspirar”.
Emotivos sentimientos de gratitud y afecto fueron expresados por sus demás colegas en un video y, a través de la profesora Luisa Portugal.
Raul Franco Mora (Psicología)
El 7 de julio en la Casona Pardo, el profesor, investigador y terapeuta compartió este homenaje con sus familiares, amigos y la comunidad universitaria.
Con este nombramiento se reconoce su trayectoria en la UDEP, como uno de los profesionales fundacionales en la concepción e implementación de la carrera de Psicología y del Centro de Atención Psicológica Sonqo.
“Raúl hizo el primer proyecto de la carrera, y en su malla plasmó los aprendizajes e intuiciones de toda una vida, buscando el camino para enseñar una psicología que recobrara su alma en la integración de psicología, filosofía y ciencia y, sobre todo, mucha práctica psicológica”, relató la vicedecana de Psicología, Laura Vargas.
Agregó: “Para muchas personas, el doctor Franco ha sido la voz a tiempo, la palabra clara, el diagnóstico acertado, la hipnosis reveladora”, dijo “Primero soy psicólogo, pero también
soy profesor. ¡Qué hermosa oportunidad de poder compartir con los estudiantes todas estas experiencias! La tarea educativa es una de las más nobles y trascendentes”, dijo a el distinguido.
Aclaró: “El trabajo del psicólogo no es la salud mental, como algunos piensan, esto es solo uno de los aspectos. Nuestro trabajo está más por el lado de la plenificación del hombre, más por la multiplicación del bien que por la eliminación del mal”.
Max Maeda Takehuchi (Ingeniería)
La Facultad de Ingeniería invistió como profesor emérito a Max Maeda, el 12 de octubre en el Edificio E.
En la semblanza, el doctor Carlos Ojeda resaltó que Max era muy conocido por la exigencia académica con la que daba sus clases, el rigor en las evaluaciones y la entrega total al servicio de sus alumnos; también recordó su espíritu deportivo y artístico.
“Max ha encarnado las enseñanzas del fundador de nuestra universidad, San Josemaría, y ha dado un vivo ejemplo de convertir todas las circunstancias de su quehacer docente en ocasión de acercar a Dios a muchos alumnos y colegas”, afirmó Ojeda.
Por su parte, el rector agregó: “Lo suyo han sido las aulas donde nacen de la sombra o de la luz los primeros años de formación de los alumnos. La exigencia y la orientación al estudiante siempre han sido los hilos conductores del andar de Max en este campus (…) Su trabajo silencioso de Max en estos años ha estado enfocado en el servicio y la solidaridad, dedicando lo mejor de su tiempo
a la formación y el desarrollo de los demás”, acotó.
Luz Pacheco Zerga (Derecho)
La investidura de la doctora Pacheco tuvo lugar el 16 de noviembre, en la Casona Pardo, donde se destacó su compromiso con la educación universitaria y su influencia positiva en la comunidad académica.
Desde su incorporación a la universidad, en 1993, ha desempeñado un papel fundamental en la formación de profesionales del Derecho, en Piura y Lima. Al respecto, el rector resaltó que ha dejado una huella significativa en la vida de sus estudiantes y colegas; y, que su compromiso con la docencia universitaria se ha reflejado en los diversos roles desempeñados en la universidad.
La decana, Susana Mosquera, también valoró la historia y el impacto de la doctora Pacheco quien, ha demostrado ser una figura ejemplar, dedicada a la docencia e investigación en el área Derecho del Trabajo.
En tanto, Luz Pacheco se refirió al papel crucial de la UDEP en su vida. “Aunque estudié en otra universidad, estoy segura de que aprendí lo que es ser universitaria en la Universidad de Piura, por el ambiente de amistad y por la preocupación por el alumno. (…) Quiero que sepan que siempre pueden contar conmigo”, acotó.
Antonio Mabres Torelló (Ingeniería)
El exrector, ex prorrector, investigador y docente de la UDEP por casi 50 años, fue investido en un acto especial, celebrado en el proscenio de Campus Piura el 24 de noviembre, ante más de 500 personas. De este modo se reconoció su prestigio, su trayectoria profesional, así como su aporte al ámbito académico y su gran capacidad de servicio social a la región Piura y al país, en su conjunto.
En la semblanza, el doctor Dante Guerrero destacó sus cualidades personales y profesionales, enumeró algunos de los cargos desempeñados, así como las distinciones recibidas de prestigiosas instituciones. Resaltó que Antonio Mabres es un investigador acucioso en el campo de la Física atmosférica, el Fenómeno El Niño, los estudios paleoclimáticos y dendrocronológicos, con una extensa participación en proyectos de investigación y desarrollo de producción científica y artículos divulgativos en medios de comunicación.
Por su parte, Antonio Mabres agradeció a todos: “Estos años han sido para mí maravillosos y motivo para dar gracias a Dios y a quienes me invitaron a venir a Piura, incluyo prioritariamente a nuestro Fundador y primer Gran Canciller. Suelo decir, y es con toda sinceridad, que no podía ocurrirme nada mejor”, dijo.
Asimismo, brindó tres recomendaciones a los profesores: poner el corazón en las labores del día a día; valorar el asesoramiento académico a los estudiantes, y promover la investigación e interacción con el entorno y la realidad de la región y el país.
“El esfuerzo que has puesto nos genera una deuda impagable, gracias por todo el talento, entrega y entusiasmo brindados. Gracias por ayudar al nacimiento y crecimiento de la Universidad de Piura. (…) Antonio Mabres nos transmite una estela de serenidad, alegría contagiosa y don de servicio, por lo que goza de un merecido reconocimiento de la comunidad universitaria y de la región Piura”, agregó.
(Dr. Guerrero)