ALEJANDRO BALAREZO DEJA LAS AULAS
Estudió Ingeniería en la UDEP y ha sido docente de esta casa de estudios durante más de 40 años. Participó directamente en la creación de los programas de Economía y Contabilidad y Auditoría, y, hoy inicia una nueva etapa en su vida.
El profesor Alejandro Balarezo Balarezo, doctor en Gobierno y Cultura de las Organizaciones, inicia esta nueva etapa convencido de haber dejado todo de sí desde 1982, cuando al poco tiempo de egresar se incorporó como profesor, compartiendo el curso de Factor Humano con el doctor Pablo Ferreiro. Poca antes, cuando aún era estudiante de Ingeniería Industrial y de Sistemas participaba como futuro docente y asistente en cursos como Cosmología, Política de la Empresa….
Colaboró intensamente en iniciativas de formación, como el Máster en Dirección y Gestión Empresarial (MDGE), complementando una intensa actividad de posgrados en Piura, Chiclayo y Trujillo.
La firmeza y objetividad para tratar cualquier asunto, la exigencia por el deber cumplido y el permanente afán de servir son virtudes que transmitió siempre a sus estudiantes y compañeros. Al respecto, el profesor Paúl Corcuera refiere: “el primer recuerdo de Alejandro data de 1984, siendo yo alumno. He trabajado con él desde 1985, cuando me incorporé a la universidad; y, de manera más directa desde 1991, en el actual Departamento de Gobierno de la Empresa. Treinta años de trabajo conjunto no es poco y ojalá hubiera sido más; la amistad lo suplirá (…) Guardo un especial agradecimiento y cariño por él y su familia. Le deseo una vida buena y aún más feliz junto a Violeta, a sus colegas de siempre y amigos, entre los que anhelo sinceramente formar parte”.
Por su parte, el profesor Guillermo Dulanto dice: “Lo conocí -y traté- mucho más cuando estudiamos juntos el Doctorado en el Instituto Empresa y Humanismo de la Universidad de Navarra, el 2008. Ese año vivimos en la misma pensión en Pamplona (España). El estudio y las largas conversaciones que sostuvimos consolidaron una amistad que fue creciendo con el tiempo (…) “Con la jubilación de Alejandro, la universidad pierde a uno de sus mejores docentes… Le deseo lo mejor”.