Fabiola Morales Castillo, egresada de la Facultad de Comunicación (1977), conoce Amigos desde diversos roles. Como estudiante practicó en la revista; como profesora, fue miembro del comité editorial en 1984 y 1985.

¿Cuál es la importancia de una revista institucional como Amigos?
Amigos es la primera publicación institucional de la UDEP. A lo largo de los años, ha dado cuenta de sus principales noticias mediante notas, entrevistas, reportajes y crónicas, ilustrados con fotografías e infografías. Por tanto, posee importante data para escribir la historia de las distintas facultades y programas, desde sus inicios.

¿Qué visión tuvo Amigos desde el comienzo?
La línea editorial de la revista, que inició con un formato de diario, se ha basado siempre en el enfoque humanístico y científico propios de la universidad. También ha sido un semillero de nuevas generaciones de periodistas que practicamos en ella como estudiantes y, después, pasamos a ser profesores de la universidad.

En la forma de comunicar, ¿qué rol le ha tocado a esta revista?
Amigos ha sido el medio precursor de todos los demás que surgieron a lo largo de las décadas en distintos formatos audiovisuales y, ahora, en las redes sociales. También, es la prueba de la vocación de la universidad por proyectarse a la comunidad mediante una información constante, oportuna y amplia, sobre las actividades propias de la institución académica.

¿Qué recuerdos atesora de Amigos?
En esa época, tuve la maravillosa posibilidad de participar en el Congreso universitario mundial UNIV-84 en Roma y de entregar, personalmente, un número de la revista al papa, ahora San Juan Pablo II. Al recibirla, la miró con especial atención, comentando que “Amigos” era un término que expresaba el amor que debíamos tenernos entre hermanos y entre cristianos. Nos dijo que los jóvenes debíamos hacer amigos para toda la vida.

¿Qué les dirías a los responsables de seguir haciendo Amigos?
Que se enamoren de la actividad universitaria y de la UDEP, porque así se apasionarán por lo que esta hace, por su investigación científica y humanística; y, tendrán la curiosidad de conocerlos y de ahondar en ellos, para difundirlos de modo ameno, sencillo y completo. De esta manera, la buena reputación que tiene, y siempre ha tenido la universidad, se mantendrá, al servicio de la región, del país.