Beatriz departió con sus colegas en amena tertulia, durante un desayuno. También estuvieron la vicerrectora académica, Susana Vegas; la directora de estudios, Patricia Soto; y las docentes pioneras, Carmela Aspíllaga e Isabel Gálvez.

Susana Vegas agradeció a las secretarias la dedicada labor que ejercen, y por estar siempre al servicio de los demás y de esta casa de estudios. “Su trabajo ayuda a seguir adelante con los proyectos de la Universidad”, acotó.

Beatriz, por su parte, relató que en su tiempo solo había una secretaria (ella) y ahora, hay muchas más en distintas áreas. “Ha sido muy grato regresar y poder encontrarme con mis amigas secretarias. Es la misma gente acogedora de hace 50 años”, señaló tras compartir anécdotas y recuerdos de los inicios de la UDEP: cuando todo era un desierto lleno de montes y espinos.

Carmela Aspíllaga, exdecana de Comunicación y Educación, afirmó que la profesión de las secretarias es invalorable. “Sin ellas es difícil que las cosas marchen. Su vocación es extraordinaria, de una gran ayuda; es la que pone en marcha todo, de modo silencioso”, anotó.