Con la ingeniería en las venas
Cuando era chiquita y vivía en Piura, visitaba la Universidad casi a diario porque mi papá enseñaba allí. Actualmente, es el director del programa académico en el que estudio. Al mudarnos a Lima, las visitas frecuentes continuaron. Por eso, para escoger dónde estudiar no se me pasó por la cabeza alguna otra universidad más que la UDEP.
En quinto de Secundaria no sabía qué carrera seguiría. Pensé elegir alguna profesión distinta a la de mi papá y la de mi hermana mayor, por lo cual, Ingeniería no era mi primera opción.
Sin embargo, a pesar de ello, decidí probar suerte y postulé también a Economía. Para mi sorpresa, ingresé a ambas, lo que hizo mi decisión aún más complicada. Mi mamá siempre supo que yo estudiaría Ingeniería. Mi papá me daba el beneficio de la duda. Al asistir a las entrevistas, me di cuenta de que Economía, definitivamente, no era lo mío.
A mi papá le sucedió algo parecido, él iba a postular a Administración de Empresas, pero su hermano, que conocía cuál era el potencial que tenía, le propuso postular a Ingeniería. Ninguno de los dos, ni él ni yo, la escogimos como primera opción, pero finalmente, terminamos estudiándola.
A pesar de que ambos somos diferentes y tenemos distintos gustos, nos inclinamos por la Ingeniería. Sinceramente, es un poco extraño que mi papá sea el director de la carrera y sus amigos, mis profesores; pero he podido acostumbrarme y valoro mucho la exigencia y rigor con el que nos guían a todos los alumnos, siempre.
Mi experiencia en la UDEP es y ha sido buena. He conocido a muchas personas increíbles, y temas que me gustan bastante y sobre los cuales investigo en mi tiempo libre o en vacaciones. La programación, por ejemplo, empezó a gustarme por un curso obligatorio, y cada vez que tengo tiempo me pongo a buscar cursos online o aprender simplemente con YouTube.
Lo mejor de que mi hermana, mi papá, y yo hayamos estudiado la misma carrera es que nos podemos ayudar entre todos, cada uno en el curso que es mejor; por ejemplo, mi hermana mayor ahora está en el curso de titulación y siempre me cuenta o pide consejos porque a veces son cursos que ya he llevado; a veces es al revés. Por su parte, mi papá siempre intenta ayudarnos con las pequeñas dudas que surgen al estudiar. ¡En fin, todos aprendemos juntos!