Hace poco gané una beca para participar de la Escuela de Verano sobre Políticas Públicas en Bucarest, Rumanía. Mientras esperaba para abordar el vuelo, me pregunté: ¿cuán feliz me hace haber obtenido este logro? En ese instante, llegaron a mi mente los momentos que he pasado con mis amigos, las amanecidas en las que mi familia me escuchaba hablar sobre temas de derecho, o aquellas estudiando con amigos para una práctica o examen. También vinieron a mi mente los ánimos mutuos que nos dábamos cuando las cosas no iban bien, y el apoyo de los profesores.

Fue entonces cuando me di cuenta de que, si bien es importante llevar un buen récord académico, no es lo primordial. Para mí, lo esencial es crear momentos que, con el tiempo, puedas recordar, con los que sientas que -realmente- fuiste, cursaste y viviste la universidad.

Comprendí entonces que, detrás de este logro no solo está mi esfuerzo individual, sino también los ánimos brindados por mis compañeros, el sacrificio de mamá y papá, lo que me enseñaron mis profesores y la ayuda que recibí de una de ellas.

Este logro me hace feliz, no solo por haberlo obtenido, sino por contar con personas que verdaderamente creen en mí.

CARLOS SIANCAS GARCÉS
Facultad de Derecho. X Ciclo. Piura