Esta investidura es una categoría de profesor extraordinario que reconoce el prestigio y experiencia del homenajeado en el ámbito académico, como profesor universitario; y, su valiosa institución y a la comunidad.
En junio, en emotivos actos académicos, realizados en Piura y Lima, respectivamente, los doctores Ignacio Benavent (Ingeniería) y Edgar Tejada (Medicina Humana) fueron investidos como profesores eméritos de la universidad. 

Ignacio Benavent: amor y humor

El 6 de junio, en Campus Piura, ante unas 200 personas, se presentaron varios testimonios de compañeros y amigos del doctor Ignacio Benavent. En la semblanza, el doctor Jorge Reyes se refirió a la trayectoria profesional y cualidades del distinguido docente e investigador, que llegó al Perú en 1964, recién graduado como ingeniero industrial por la Universidad Politécnica de Madrid. “A Nacho lo podemos definir con dos palabras: amor y humor. Amor a Dios, a las personas, a la naturaleza, a la Universidad de Piura; y, humor permanente, que le viene de saberse hijo de Dios, quien nos pide que seamos felices”, sostuvo.

Mencionó la labor que desarrolló en las Escuelas Radiofónicas Populares Americanas de Cañete, al llegar al Perú; su rol en el equipo fundador de los colegios Alpamayo y Salcantay, de 1984 a 1987; y su trabajo en la UDEP, desde 1987. Fue director del Instituto de Hidráulica, Hidrología e Ingeniería Sanitaria y 27 años docente de la Facultad de Ingeniería.

El rector, Antonio Abruña mencionó, también, algunas de las contribuciones y aficiones de Benavent, sobre todo, la de correr. “Nacho, has corrido, literalmente, por el Perú”. Detalló que, las rutas de “Nacho” le han permitido recorrer gran cantidad de localidades en la costa, sierra y selva del Perú: “Has corrido mucho y agradecemos a Dios y a ti que, buena parte de esas correrías las hayas realizado en y desde la Universidad de Piura, que tanto tiene que agradecerte. Sigue paseando por la universidad y soñando con lo mucho que aportará para el bien del Perú y de sus ciudadanos”, subrayó Abruña.

En sus palabras de agradecimiento, Ignacio Benavent compartió anécdotas de su vida profesional y persona y destacó el espíritu de equipo y la dedicación de sus colegas y estudiantes. También, enfatizó la importancia de conocer y comprender el agua para diseñar soluciones efectivas y subrayó el compromiso con la formación integral de los estudiantes: “Los profesores hemos dedicado todo el tiempo necesario al asesoramiento y preparación de clases y evaluaciones porque los alumnos son nuestro mejor aporte a la sociedad”, refirió.

Cerró su discurso recordando la importancia de la fe, la alegría y el esfuerzo en el trabajo. 

 

El primer emérito de la Facultad de Medicina Humana

El 18 de junio, en la Casona Pardo de Campus Lima, la UDEP reconoció al doctor Edgard Tejada como profesor emérito, por su denodada participación en la creación de la facultad y su sobresaliente trayectoria como médico y educador.

César Gutiérrez, director de la Escuela Profesional de Medicina Humana de la facultad, tuvo a cargo la semblanza del homenajeado, mientras que Leslie Young, vicedecana de Ordenación Académica, leyó el acta de reconocimiento y destacó la importancia histórica del nombramiento. Subrayó que no solo honra su extensa y valiosa trayectoria, sino que se expresa el profundo agradecimiento por los años de dedicación y compromiso con la misión institucional de formar personas con excelencia profesional y humana.

Por su parte, el decano Jorge Zagaceta le entregó una placa conmemorativa del evento y resaltó: “En apenas diez años, nuestra facultad ha logrado destacarse. Gran parte de este éxito se debe al trabajo incansable y la visión del doctor Tejada”, afirmó.

Agregó que su capacidad para desprenderse de lo personal en favor de los demás se ha manifestado en la dedicación de su tiempo y esfuerzo para formar a futuros médicos y profesores.

El rector Antonio Abruña hizo hincapié en la personalidad vibrante y el humor característico del nuevo profesor emérito. Recordó anécdotas que reflejan su espíritu inquisitivo y su capacidad para inspirar a otros. “Ha dejado una marca indeleble en sus alumnos, no solo por sus enseñanzas académicas, sino por los valores humanos que siempre promovió”, expresó.

 

“Este reconocimiento no es solo mío”

Visiblemente emocionado, el doctor Tejada agradeció a todos, por su apoyo incondicional: “Este reconocimiento no es solo mío, es de todos aquellos que han estado a mi lado, en especial a mi familia, que ha sido mi pilar”. Recordó los inicios de la facultad, los retos y las alegrías compartidas con sus estudiantes y colegas. “Ver a mis primeros egresados convertidos en profesionales exitosos es el mayor premio que puedo recibir”, añadió.