El 8 de octubre se concedió el Premio Nobel de Economía a William Nordhaus, por estudiar cómo el desarrollo económico afecta negativamente al medio ambiente. Casi en simultáneo, expertos de las Naciones Unidas publicaron un informe sobre la necesidad de cambiar el comportamiento de las economías para evitar graves consecuencias climáticas. Asimismo, con frecuencia, el papa Francisco nos llamaba la atención sobre el uso irresponsable de los recursos de la tierra.

Hace falta que reflexionemos sobre cómo nuestras actividades diarias afectan nuestro entorno. Por ejemplo, los pedidos de comida por delivery o comprar en supermercados requiere del uso de envases, bolsas y utensilios que solo nos servirán un momento, antes de ser desechados, y que luego tardarán varios cientos de años en descomponerse.

Está en nosotros generar el cambio, fomentando actitudes que contemplen y cuiden nuestro medio ambiente. Podemos comenzar, evitando el uso innecesario de papel o plástico, utilizando responsablemente los dispensadores de reciclaje y consumiendo productos que no sean tan contaminantes. Juntos podemos crear una sociedad más armoniosa con el planeta y promover su desarrollo sustentable.