¿alguna vez te has maravillado de la vida? Creo que todos lo hemos experimentado, probablemente, durante nuestras mejores experiencias. Piensa en un momento en que te hayas sentido así. Ahora, imagina poder traer esa sensación al presente, dentro de tu vida cotidiana.

Hacer eso el 2020, me parecía imposible. No hace falta describir lo difícil que ha sido ese año. El pasado parecía mejor, el futuro era incierto, y, aún lo es. Me costaba ver lo bueno del presente; así que decidí pedir ayuda. Un psicólogo me introdujo a la meditación y así redescubrí el valor del tiempo presente. Fue todo un reto comenzar y perseverar. No obstante, ahora, al meditar, puedo valorar la cotidianeidad.