¿Qué significa la revista Amigos para la universidad?
La revista Amigos nació –pienso– inspirada en el periódico “Redacción” de la Universidad de Navarra. Buscaba ser un medio de información para la comunidad universitaria y muchos
amigos.
En aquellos primeros años, y también luego, se solía entregar a personas que visitaban o tenían alguna relación con la universidad, para que conocieran más sobre ella.

Entonces no existían los medios digitales y era necesario un modo como este de comunicar. Aun sin ser algo completo, su contenido es de valor para los historiadores.

Desde sus inicios, ¿qué aportes o valores ha promovido Amigos?
En sus páginas se reflejan, con sencillez, aspectos del espíritu y la vida de los primeros años, que siempre tendrán un gran valor, por la vigencia del espíritu fundacional. Se percibe allí el ambiente de confianza y hasta de familia entre profesores y estudiantes; el cariño a Piura, la vocación de servicio a la sociedad y la gratitud por tantas ayudas de todo tipo que ha recibido la UDEP desde el principio.

Se podría decir que el doctor Antonio Mabres, exrector de la universidad, “se ha criado” con Amigos, pues él llegó a la Universidad de Piura en 1973, cuando sale el primer número de la revista. Además, de 1989 al 2003, como rector, le tocó estar muy cerca del equipo que la hacía.

¿Qué relación tiene o ha tenido la revista con la comunidad?
La universidad ha crecido y más aún el número de exalumnos, por lo que Amigos ha pasado a estar también accesible de modo digital y se ha convertido en un medio más para dar noticias; especialmente las que son más de fondo, no tanto de interés del momento, con un contenido más humano y atemporal: testimonios de profesores, de alumnos, egresados, etc. Algunos números especiales han estado dedicados principalmente a hitos importantes como las dos visitas de monseñor Javier Echevarría, nuestro tercer Gran Canciller, las celebraciones jubilares de la UDEP, etc.

En lo personal, ¿qué es la revista para usted?
Siempre esperaba con ilusión la salida de cada número de la revista. Ahora, recuerdo casi todo el contenido de los 80, 90 y más. La verdad, cuando miro esos números antiguos, me trae recuerdos maravillosos, de muy buenos colegas, maestros y amigos, algunos que están lejos o que ya no están entre nosotros. Los números recientes también los espero con ilusión; ojalá fueran más frecuentes.

Cuando usted fue rector, estuvo muy cerca de quienes hacían esta revista desde Dircom…
Así es, pero también antes. Al principio estaba casi solo la directora, la doctora Yolanda Ho, para hacer la revista, con algún practicante y a veces con alumnos que la ayudaban.
A veces, participaban mucho los alumnos de la Facultad de Comunicación, entrevistando visitantes, escribiendo notas, etc. Eran años de mucha austeridad de medios, pero pienso que eso también fue muy bueno para su formación.
Siendo yo rector, pasó a encargarse de la revista la Oficina de Información (OFI), la actual Dircom, que dependía del rectorado, por lo que seguí muy de cerca el trabajo. Esta fue una de las gratas
tareas que tuve en aquellos años.