Los primeros días de agosto del año pasado, el Gran Canciller, monseñor Fernando Ocáriz visitó la Universidad de Piura, conmemorando los 50 años de la visita de San Josemaría Escrivá al Perú. A continuación, algunas pinceladas de este evento.

 

VIERNES 2 DE AGOSTO – CAMPUS LIMA

Mons. Ocáriz llegó cerca del mediodía a la Casona Pardo, lugar donde funcionaba el Centro Cultural Miralba y escenario, en julio de 1974, de un encuentro entrañable del primer Gran Canciller con muchos alumnos y profesores de la Universidad.

El Gran Canciller de la UDEP se reunió con las autoridades académicas de la universidad, de ese entonces; así como las elegidas para el nuevo periodo (agosto 2024- agosto 2027). En el diálogo con todos, recordó que más allá de las jerarquías en el trabajo, este debe ser hecho con amor. También resaltó la importancia de la unidad, más aún en el quehacer universitario, en la universidad, “que no es el conjunto de escuelas, sino una unidad”, dijo, recordando palabras del cardenal Ratzinger.

Es unidad de los saberes, de las personas, de los centros de la universidad. Principalmente, expresó, “la unidad fundamental que da el trato personal, en un ambiente de una universidad de inspiración cristiana”.

Después, el doctor Abruña le entregó la imagen de San Miguel Arcángel y el escudo de la universidad. También, las distintas autoridades le dieron otros regalos y souvenires de la UDEP.

Luego, tuvo dos encuentros (uno en la mañana y otro en la tarde) con jóvenes que asisten a actividades de formación en el Opus Dei. Mons. Ocáriz comenzó la tertulia refiriéndose a la virtud de la fortaleza y la templanza al usar las tecnologías. María José, quien tiene una iniciativa en redes sociales, le preguntó sobre el reto del uso de estas. El prelado del Opus Dei le aconsejó: “Transmitir la necesidad de vivir la sobriedad en el uso de las redes… Hay chicos que pasan entre 4 a 5 horas en el teléfono, las redes sociales son muy potentes para el bien y también para el mal. La curiosidad es muy buena para la ciencia y muy mala para perder el tiempo”.

Por su parte, Jorge Mario, alumno de Medicina Humana, le preguntó cómo acercar espiritualmente a sus pacientes y a sus familias a Dios. Le recomendó que, primero, rece por ellos; luego, como profesional, les dé algún consejo, que ofrezcan su sufrimiento a Dios; y, que recuerde que la oración vale mucho: “Obra continuamente sin que nos demos cuenta, pero de modo sorprendente”, dijo.

 

SÁBADO 3 DE AGOSTO – CAMPUS PIURA

Una visita especial

A su llegada al Campus Piura, el Prelado saludó a los miembros de la Permanente del Consejo Superior de la universidad; al personal de servicios operativos y a algunas de las familias que lo aguardaban. Luego, en la Capilla Universitaria saludó a los sacerdotes y a Verónica y Evangelina, que trabajan en la Capellanía.

La multitudinaria tertulia

Llegado el mediodía, en un ambiente de alegría, de reencuentro y entusiasmo, monseñor Ocáriz inició la tertulia, ante más de 5000 personas que habían llegado de distintos lugares de Piura, Lambayeque, Trujillo y otras zonas del norte. La presencia del Gran Canciller fue recibida con regocijo, aplausos, carteles frases motivadores y de saludo, al ritmo de un tondero regional.

En la tertulia, expresó su alegría por visitar Piura después de 14 años. Recordó que, en 2010, el ex Gran Canciller de la UDEP, Javier Echevarría, a quien acompañó en su visita a la universidad, expresó el amor que San Josemaría tenía a Piura.

También recordó el 50 aniversario de la visita que San Josemaría realizó en 1974 a Brasil, Argentina, Perú, Chile, Ecuador, Venezuela y Colombia.

En el diálogo con las familias, resaltó la importancia de practicar la caridad y el amor para ayudar a transmitir confianza a los jóvenes: “La caridad, más que en dar está en comprender”, aseguró. Agregó que cuando hay una verdadera amistad y cariño en todos los niveles, se conocen las virtudes; las que hay que ver primero, y después los defectos, con el propósito de ayudar, respondió al profesor Redy Risco. 

Con mucha atención, escuchó el testimonio de la señora Martha Vargas, del personal de operativo de la UDEP, quien compartió su fe en San Josemaría y su deseo de realizar siempre un trabajo bien hecho que ayude a los demás.

La familia es fundamental

Al escuchar la intervención de las profesoras Renata Coronado y Gloria Huarcaya, del Instituto de Ciencias para la Familia, recalcó: “La unidad de familia es el amor y el amor es la entrega de unos a otros. Cuando uno quiere al otro no busca el placer individual. Se debe cuidar a la familia mirando el amor mutuo, integrando la unidad de ella, que es el amor de sus integrantes”.

Animó a todos a ser portadores del amor a la familia, de la fe y del amor auténtico sobre el que se construye el matrimonio. “El amor auténtico es para siempre. El amor a prueba no existe, pueden existir a prueba otras cosas, pero no el amor… Si es amor, no es a prueba y si es a prueba no es amor. Así de claro es el amor”, manifestó.

Al campus también llegaron delegaciones universitarias, como la de la Universidad de Santiago de Compostela, que realizaba en esos días labores sociales en albergues y colegios de Tambogrande y Ferreñafe.

Monseñor Ocáriz se despidió dando su bendición a los asistentes y pidiéndoles que encomienden al Santo Padre en sus oraciones.

“Es importante tener dentro del alma el interés por ayudar a los demás. Cuando hay interés surgen más iniciativas e ideas de cómo hacerlo. Al Señor hay que pedirle la luz y la fuerza”. (MONS. OCÁRIZ).

 

ALGUNOS DATOS

Del 24 al 30 de julio, en Chile, Mons. Ocáriz comenzó su recorrido en América.

Del 30 de julio al 8 de agosto estuvo en Perú. Visitó Lima (Miraflores, Villa el Salvador, Cañete), Arequipa y Piura.

Del 8 al 19 de agosto, visitó Colombia y Ecuador