La gratitud hecha medallas
“Gracias por su dedicación que enaltece el servicio de la educación. Nos esperan nuevos desafíos de cambios para los cuales contamos con sus capacidades y altas cualidades”, dijo Beatriz Vegas, administradora general. Por su parte, el rector, Antonio Abruña, destacó el doble motivo de la celebración: sus 25 años en la UDEP y las Bodas de Oro. “Es un proceso abierto a nuevos aportes. Continúen con el afán de servicio que hemos podido apreciar de cada uno de ustedes. ¡Sigamos poniendo nuestro esfuerzo en hacer de esta una gran universidad!”, expresó.
Representando a los homenajeados, el profesor Carlos Hakansson señaló: “La mejor enseñanza que hemos recibido en la universidad es que antes de saber dirigir hay que saber servir”. La medalla, dijo, “pesa por ser fruto de quienes nos han precedido con generosidad; su real significado está en recibirla como un testimonio; con el compromiso que hacemos de no partir sin antes legar todo lo vivido a los más jóvenes, que ahora pueblan y laboran en el campus”.
El dato
Más de 150 trabajadores han recibido la Medalla de la UDEP en ceremonias realizadas en 1999, 2004, 2009; y, a partir de ese año, cada dos.