Esta lamentable pandemia, que ha afectado a millones de personas en el mundo, ha desnudado graves problemas en la estructura económica y social de nuestro país, todos ya conocidos, pero nunca abordados para solucionarlos seria y eficientemente.

En primer lugar, la ineficiencia en todos los niveles del Estado nos ha pasado factura en el tema de la provisión de bienes y servicios en salud. Hemos sido testigos de la insuficiente infraestructura sanitaria, la escasez de medicamentos y la falta de médicos y enfermeras (mención aparte merece el heroísmo de los que han atendido, y aún lo hacen, a los pacientes con COVID-19).

En esta crisis, el Estado ha sido muy lento y burocrático. Si bien, desde el Ministerio de Economía y Finanzas se tomaron las medidas correctas en un primer momento, en la fase de reactivación económica se nota el entrampamiento en la ejecución de las medidas dadas. Esto no es un problema de ahora, pero en estos momentos se ha notado en toda su dimensión. Esperamos que las próximas autoridades (Ejecutivo y Congreso actuales están en su última etapa) asuman el reto de realizar una profunda e integral Reforma del Estado.

Un segundo problema, que ha profundizado el impacto económico y dificulta, actualmente, la recuperación económica es la informalidad en todas las actividades, no solo económicas. Al no tener acceso a un empleo formal, las personas buscan realizar emprendimientos propios o aceptan trabajar, por un salario menor, donde los proveen de las mínimas condiciones de seguridad social.

Este legítimo deseo de trabajar y tener un ingreso se convierte en un problema cuando se realiza de manera informal: sin considerar los mínimos protocolos tributarios, sanitarios y de seguridad. La solución de este problema tiene que ser integral: desde incentivar la creación-y crecimiento- de actividades económicas formales que demanden mano de obra (manufactura, agroindustria, entre otras) hasta otorgar facilidades para la formalización de las actividades informales; retomando, al mismo tiempo, los principios de orden y autoridad que el Estado ha perdido hace mucho tiempo.

En tercer lugar, en plena pandemia, y con el sufrimiento de miles de nuestros compatriotas, ha habido funcionarios públicos y empresarios que han incurrido en actos de corrupción. Este mal que es, ya, un cáncer en nuestra sociedad debe erradicarse, con medidas muy drásticas y efectivas, que incluyan un castigo ejemplar y el retiro prolongado de estas personas de la sociedad, para disuadir a quienes se vean tentados a corromperse.

 

La psicología clínica en la nueva normalidad

A medida que se relajan las normas de confinamiento, adoptadas ante lpandemia del COVID -19, se va revelando una nueva normalidad. Esta incluye un cambio de mentalidad, la cual nos lleva a adoptar una rutina diaria diferente, pero con naturalidad, para velar por nuestra salud. Asimismo, se observa la extensión de nuevos hábitos de higiene, actos de solidaridad y sentimientos de fraternidad en gran parte de la población frente a estos tiempos adversos.

Sin embargo, la incertidumbre ante la crisis económica y sanitaria y el duelo de miles de familias, a causa de la pandemia, pueden generar trastornos en la psiquis de las personas, como depresión, ansiedad, estrés postraumático, entre otros.

Ante ello, la psicología clínica asume un rol protector de la salud mental. Gran parte de los psicólogos ahora ofrecen sus servicios de manera remota. Además, algunas organizaciones relacionadas con la salud mental, brindan apoyo gratuito a quienes lo necesiten. Estas acciones parecen ser una respuesta adecuada ante la coyuntura, pues, a pesar de las restricciones, se observa un trabajo significativo en la sanidad mental y en la búsqueda de la adaptación de la sociedad.

 

ZAMIRA PUELLES ROJAS

Psicología, IX ciclo, Lima.

 

El complemento de los estudios universitarios

Preparándonos para un entorno laboral, cada equipo tiene distintas áreas de trabajo: logística, marketing, finanzas, talento humano, relaciones públicas. En cada una de ella, los integrantes son libres de encaminar su desarrollo según las aptitudes que les gustaría afianzar.

Nuestra misión es única: hacer que quienes formen parte de la organización reciban las herramientas y oportunidades que les permitan llegar a ser mejores profesionales, a través de una experiencia temprana que nos será útil para toda la vida

Para completar nuestro desarrollo profesional, no solo es importante adquirir los conocimientos que los cursos de carrera nos ofrecen, sino que el mundo laboral actual nos inclina a complementar nuestra formación con ventajas competitivas, como el manejo de herramientas de gestión y de habilidades blandas.

La rama estudiantil IEEE – UDEP es un espacio en el que los estudiantes de distintas carreras pueden desarrollarse personal y profesionalmente. Los miembros nos agrupamos en “capítulos”, donde cada uno representa un tópico: tecnología, robótica, automatización, programación, etc. En conjunto, organizamos eventos para difundir e investigar temas de interés público.

Preparándonos para un entorno laboral, cada equipo tiene distintas áreas de trabajo: logística, marketing, finanzas, talento humano, relaciones públicas. En cada una de ella, los integrantes son libres de encaminar su desarrollo según las aptitudes que les gustaría afianzar.

Nuestra misión es única: hacer que quienes formen parte de la organización reciban las herramientas y oportunidades que les permitan llegar a ser mejores profesionales, a través de una experiencia temprana que nos será útil para toda la vida.

 

SEBASTIÁN OSORES NÚÑEZ

Ingeniería Industrial y de Sistemas, VII ciclo, Piura.