LA UDEP SEGUIRÁ SIENDO SU CASA
Entre setiembre y diciembre del 2021, Olga Gutiérrez, Martha Chira, Juan Neyra y Frida Vicente se despidieron de la UDEP, luego de décadas de generosa entrega, amistad y trabajo; es decir, de ayudar a hacer la Universidad de Piura.
Cada uno fue despedido por autoridades de la universidad y estuvieron acompañados de algunos amigos y familiares.
Olga se jubiló tras 51 años de labores y de haber cumplido su sueño de celebrar las Bodas de Oro de la UDEP y las suyas. Al despedirse, expresó: “como dice la canción, todo tiene su final…, pero esta jubilación es el final de una etapa que inicia otra, para desarrollar nuevos proyectos. Volveré de vez en cuando para reencontrarme con mi segunda familia”.
Martha llegó a la universidad en 1984 y se desempeñaba como laboratorista; sin mucho aspaviento, como una hormiguita, dicen sus compañeros. Al irse, dijo: “recordaré con mucho afecto a mis amigos del Policlínico Universitario, con quienes he compartido ideas, sugerencias, consejos; y, hemos celebrado los buenos momentos”.
Juan, Juancito para muchos, se va después de más de 30 años en la UDEP. Al llegar, no tuvo duda de que había encontrado una institución sólida, fundada en valores donde podía sentirse en casa. “Aquí gané muy buenos amigos y mucha experiencia, al punto de sentirme orgulloso de formar parte de esta familia que me ayudó a conseguir logros muy importantes como educar a mis hijos”, expresa.
Tras 25 años de impregnar su alegría y vivacidad al campus verde, desde 1996, doña Frida se fue. Había llegado algunos años antes de Lima con el amor de su vida, Osmar. “En la universidad he dado y dejado todo con gran amor. La universidad me apoyó bastante cuando comenzó el cáncer; es una gran familia, mi segundo hogar. Me quedo con un recuerdo y sentimiento maravillosos”, comenta.