La Gestión de la Cadena de Suministros Humanitaria (HSChM, por sus siglas en inglés) ha sido objeto de estudio y debate en los últimos años. Sin embargo, como punto de partida, es preciso definir un concepto previo: “desastre”. Este es un evento real que interrumpe el normal desarrollo de nuestras actividades (trabajo, estudio, vida cotidiana, etc.). Los desastres, según su origen, pueden clasificarse en naturales y desastres provocados por el hombre. Dentro de los primeros, están los terremotos, tsunamis, huracanes, etc. Los desastres provocados por el hombre pueden ser guerras, crisis políticas, dictaduras, etc.

Independientemente de la clasificación del desastre, la disciplina fundamental para su mitigación es la Gestión de la Cadena de Suministros Humanitaria, la cual aborda un gran desafío: adquirir y entregar los suministros y servicios (agua, medicamentos, abrigo, refugios temporales) solicitados en los lugares y las veces que se necesiten. Estos, en muchas ocasiones, son vitales para la supervivencia del ser humano. Asimismo, es importante mencionar que estas actividades deben desarrollarse teniendo en cuenta siempre los aspectos ambiental, económico y social.

En estas acciones, la presencia de los voluntarios es una pieza fundamental en el proceso para afrontar los desastres. Se llama voluntarios a aquellas personas externas al desastre, afiliada a una organización, que reciben un entrenamiento básico; o una persona externa, sin entrenamiento. Evidentemente, un voluntario preparado es más eficiente y útil que uno sin entrenamiento; aunque la ayuda del segundo también es valiosa. Por esta razón, es muy importante que los jóvenes incluyan una preparación o entrenamiento como voluntarios, en su formación personal y profesional.

Aquí algunas recomendaciones para los universitarios que deseen estar preparados como voluntarios: busca una organización o institución, alineada con tus valores, donde puedas realizar el voluntariado (colegio, universidad, parroquia, ONG, etc.); sigue siempre los consejos de tu mentor o líder e intégrate con el resto del equipo. No trabajes solo; vela por tu cuidado personal: un voluntario herido, no mitiga el desastre, al contrario, lo agrava. Sé proactivo en las tareas encomendadas, y comunica a quienes toman las decisiones, las mejoras que puedas encontrar.

Asimismo, comparte tu experiencia con otros jóvenes, mientras más gente esté preparada técnica y emocionalmente, mejor enfrentaremos los potenciales desastres; e infórmate sobre los programas de voluntariado, de la universidad; nacionales o internacionales como: los de la Unicef, Naciones Unidas, etc.

Con el voluntariado, los jóvenes tienen el reto de ser artífices en la mitigación de desastres, con la Gestión de la Cadena de Suministros Humanitaria.

Eduardo Sánchez Ruiz
Es MSc. Economics, Management and Industrial Engineering por el Politécnico de Milán. Profesor de pre y posgrado de la Facultad de Ingeniería y especialista en Logística Humanitaria.