No hay democracia sin un ejercicio libre del periodismo
Vivió en Piura desde que tenía 7 años, por lo que se siente muy piurana. Rosana comenta que en la Facultad de Comunicación adquirió algunos valores que le han sido muy útiles en su vida profesional: el orden, el respeto a los demás, la rigurosidad; y, sobre todo, la búsqueda de la verdad con principios éticos. “La formación integral es lo que más valoro de mi paso por la UDEP”, expresa.
El 31 de agosto, volvió al campus, al Encuentro de Oro, a compartir la alegría de este reencuentro por los 50 años de la UDEP: “Reencontrarte con los otrora compañeros de aulas y con tus profesores, te deja una sensación de mucha calidez y cariño. Una regresa al trabajo recargada de buena energía”, enfatiza.
Desde que dejó las aulas de la universidad, ha construido una sólida trayectoria y un prestigio bien ganado en su quehacer periodístico. Empezó como reportera madrugadora en Buenos Días, Perú (Panamericana Televisión). Después continuó trabajando en distintos programas televisivos: “1990 en América”, “La Revista Dominical”, “Contrapunto”, “Hildebrandt en Global TV”; y en el diario “Liberación” con el mismo periodista. También ha sido corresponsal de CNN en español, de Perú; directora de “Cuarto Poder” y productora de “Dos dedos de frente”.
Ahora, como directora de Panorama, asegura que lo ganado “en esta dura y competitiva profesión” se debe a que ha mantenido sus ideales. “Profesionalmente, creo haber aportado, la mayoría de veces gracias a un buen equipo, con coberturas e investigaciones que han sido importantes para nuestro país”.
“Cada paso en la vida laboral es un gran reto. Hace casi 10 años que estoy al frente de este equipo periodístico. El reto es liderarlo de tal forma que los estilos e individualidades converjan en un solo objetivo: hacer periodismo de investigación, riguroso y ético”.
Periodismo y desarrollo social
Rosana está convencida de que el periodismo puede aportar mucho a la sociedad si se informa con la verdad y se apuesta por el pluralismo informativo, promoviendo que se escuchen todas las voces y fiscalizando al poder.
“Debemos tener claro que nos toca actuar como lo aprendimos en la primera clase de periodismo: con objetividad. Muchos dirán que la objetividad absoluta no existe porque los seres humanos portamos cargas subjetivas; es posible, pero esto no nos exime de buscarla con honestidad profesional. A mayor conflictividad, a mayor polarización lo que más se requiere de nosotros es serenidad y trabajo serio; investigación, búsqueda de hechos y no de rumores”.
Además, sin duda, esta profesión aporta a la democracia, la cual no existiría “sin un ejercicio libre del periodismo”, afirma.