Los recientes escándalos que involucran a la política peruana y, sobre todo, a los órganos de justicia hacen que nos preguntemos: ¿de dónde proviene esta crisis?, ¿podemos confiar en nuestras autoridades?

Si bien se dice, y se sabe, que debemos informarnos para elegir a nuestros representantes y procurar elegir al candidato ideal, me gustaría hacer un ejercicio de empatía: ¿qué haría si yo lo fuese? Si fuese alcalde o presidente regional, debería conocer cuáles son mis funciones y cuáles son las necesidades urgentes de los habitantes.

Plantearía un sistema de comunicación entre el gobernante y el ciudadano, para que se sienta realmente atendido y sepa que es parte del cambio de su ciudad. Trabajaría con personal altamente calificado: que no solo sean capaces, sino íntegros. Nuestro equipo estaría a disposición del ciudadano.

Ante la proximidad de las elecciones, bien vale la pena hacer este ejercicio de empatía para elegir al candidato que necesita nuestro país, el que necesitamos todos; así, contribuiríamos a un mejor gobierno.