Los indefinidos mucho, poco, bastante y demasiado
Por Eliana Gonzales, publicado el 2 de diciembre de 2020En gramática se suele entender lo indefinido como aquello que expresa lo indeterminado, es decir, lo que no aparece precisado; así, cuando digo, por ejemplo, Varios alumnos intervinieron en clase, la palabra varios no señala un número exacto, no sabemos si nos estamos refiriendo a 4, 5 o 10.
A este grupo pertenecen las palabras mucho, poco, bastante, demasiado…, que pueden funcionar como determinantes (muchos alumnos), como pronombres (muchos estuvieron) y como adverbios (come mucho). Procuraremos aclarar cada caso.
Serán determinantes cuando precedan al sustantivo (Conseguimos pocas donaciones) y mantengan la concordancia de género (mucha agua/mucho licor) y de número (bastante suerte/bastantes habitaciones). Algunos, incluso, reciben carga diminutiva (poquitos niños) y superlativa (poquísimas niñas).
En cambio, serán pronombres cuando sustituyan al sustantivo, de ahí que siempre necesiten del contexto para saber a quién o a qué están sustituyendo; así, por ejemplo, en un enunciado como Muchos no aceptaron la oferta necesitamos saber el referente de muchos: alumnos, trabajadores, familiares… Por esta razón, Gómez Torrego en su Gramática didáctica del español los llama «pronombres indefinidos del discurso» (2011, 121). Además, vale la pena indicar que deben mantener la concordancia con el verbo cuando funcionan como núcleo del sujeto: Muchos aceptaron participar; A la fiesta asistieron pocos; De la reunión bastantes regresaron cansados… En cambio, esto no ocurre si los indefinidos funcionan como objeto directo: El jefe citó a muchos. Y, al igual que en el caso anterior, algunos suelen recibir sufijos diminutivos (poquito, poquitín) y superlativos (muchísimos).
Finalmente, serán adverbios cuando complementen a un verbo (pasea demasiado), a un adjetivo (poco risueño) o a otro adverbio (bastante lejos). Según se recoge en el Manual de la Nueva gramática de la lengua española (2010, 30.3.2b), los adverbios indefinidos pueden expresar frecuencia siempre y cuando el verbo designe acciones o procesos sentidos como hábitos (No hablaste mucho de Vallejo; Los ancianos repiten bastante sus historias), pero también cuando estén referidos a actividades (Ahora escucho poco este tipo de música) y a estados (María duerme demasiado). Además, en contextos genéricos como en La gente compra mucho este disco, «no se afirma exactamente que la gente compre muchas veces cierto disco, sino más bien que muchas personas lo compran». Esto quiere decir, que el significado del indefinido mucho se relaciona más con el sujeto (la gente) que con el verbo comprar (Nueva gramática de la lengua española, 2009, 30.4K). Otros ejemplos que permiten ver la relación cercana con el sujeto serían los siguientes: Los clientes buscan mucho nuestros productos; Los jóvenes de antes leían bastante las novelas de aventuras; En verano los comensales no piden demasiado el filete de ternera.
Ahora bien, al ser el adverbio una clase de palabra invariable no lleva morfemas ni de género ni de número, pero se ha visto que en algunos casos sí recibe sufijos diminutivos (duermo poquito) para evidenciar, principalmente, el carácter afectivo propio del registro coloquial o familiar.