Alguien tiene que tomar cartas en el asunto
Por Eliana Gonzales, publicado el 11 de junio de 2012Ante los últimos acontecimientos que estamos viviendo en distintos lugares de nuestro país, no es extraño que la expresión “Alguien tiene que tomar cartas en el asunto” se repita con mucha frecuencia en boca de todos los que deseamos que dichos conflictos se solucionen lo antes posible. Me valgo no de la situación crítica, sino de “tomar cartas en el asunto” para explicar una cuestión gramatical conocida como locución verbal.
Se llama locución a un conjunto de palabras que funciona como una sola clase de palabra con significado particular (sustantivo, adjetivo, verbo, preposición o conjunción); así por ejemplo “a carta cabal”, “de repente”, “el qué dirán”, “a menos que”, son algunas de ellas. La primera es una locución adjetiva y suele utilizarse para referirse a alguien que actúa de manera ‘íntegra, intachable’; la segunda es una adverbial que equivale a ‘repentinamente’; la tercera es una locución sustantiva que corresponde a ‘las murmuraciones de la gente’; y la última es una conjuntiva cuyo significado equivale a ‘a no ser que’.
En el caso de las locuciones verbales, encontramos también un conjunto de palabras de las que al menos una de ellas es un verbo que le sirve de núcleo: “tomar cartas en el asunto”, “tener en cuenta”, “echar de menos”, “dar a conocer”, “sacar en cara”, “saber a poco”, “no haber por donde agarrarlo”, “hacer falta”… Si bien estamos ante expresiones compuestas, cabe aclarar que no se trata de perífrasis verbales, pues recordemos que en una perífrasis encontramos siempre dos verbos de los que uno es el auxiliar que sirve de base al auxiliado o principal, como en “tengo que ir”, en donde el auxiliar es “tengo” y el principal es “ir”, unidos además por la conjunción “que”. En el caso de las locuciones verbales no hay verbos auxiliares ni auxiliados, se trata de un conjunto que selecciona su propio sujeto y sus complementos para construir un enunciado mayor: “Margarita le echó en cara su mal genio”. Además, la conexión que existe entre las palabras de una locución es tan estrecha que estas constituyen una unidad con significado propio, razón por la cual no acepta la sustitución de alguna de ellas por otra de contenido distinto; así por ejemplo, no se puede decir: “Margarita le echó en pie su mal genio”; ni mucho menos: “Margarita le echó en mano su mal genio”. De modo que, el significado particular que ha adquirido “echar en cara” ha quedado fijo o estable en nuestra lengua, así esta locución significa ‘recordarle algo’ o ‘reclamarle algo’, en este caso su mal genio.
Usando locuciones verbales o no, he de concluir diciendo que los conflictos tienen que terminar cuanto antes para la tranquilidad de todos los peruanos, y para ello, hace falta que ambas partes –Gobierno y pobladores– “tomen cartas en el asunto” y se pongan a dialogar para que no vuelva a “llegar la sangre al río” y no tengamos que “echarles en cara” sus intereses políticos y partidarios que “están a la orden del día”.
Eliana Gonzales Cruz
Surgio una situación en el trabajo y el gerente se tardo una semana en tomar cartas en el asunto es valido o no?
Estimada Liny:
La expresión que señalas es válida.
Saludos cordiales,
Castellano Actual
Liny, fíjate bien que en lo que se te dice “La expresión que señalas es válida.” Tal vez es en el sentido oral o a la ligera, porque en lo que escribes faltan; el signo de apertura, tres tildes y posiblemente alguna coma.
En beneficio de los seguidores sería interesante que CA inicie un comentario de cómo formular las preguntas. Como la que motiva mi comentario.