Aplicativo o aplicación
Por Carlos Arrizabalaga, publicado el 9 de septiembre de 2019La aparición de nuevas realidades puede provocar momentos de vacilación entre las distintas denominaciones creadas para su designación, como ocurre con los nombres que se han dado a los programas informáticos desarrollados para su empleo práctico en la vida cotidiana (para buscar cosas o para comprar, vender, alquilar, controlar, vigilar, etc.). Como es común en este ámbito, se trata de un préstamo del inglés, aplicative programming language, y resulta de sustantivar un adjetivo, aplicativo, o bien se ha tomado directamente el sustantivo inglés, programming application, empleados en el mismo ámbito de la computación. El Corpus de Español Actual (CREA) de la Real Academia Española registra diez ocurrencias del neologismo aplicativo como adjetivo, siempre en textos vinculados al lenguaje científico: afán aplicativo, saber aplicativo. La primera aparición del término aplicado a la informática está fechada en 1999: “un aplicativo página web”. En España es más común emplear la forma aplicación.
Es curioso cómo en el idioma, mientras se cierra una ventana, se abre otra más grande. Los manuales de estilo y los libros de texto han insistido hasta la saciedad en el esfuerzo por evitar la introducción del anglicismo en el mundo académico, y han tratado de imponer el castellano solicitar en lugar de aplicar, solicitud en lugar de aplicación, tramitar la solicitud en lugar de procesar la aplicación. Finalmente, el anglicismo entró con una fuerza arrolladora a través de la informática y parece que ya no tiene visos de ser remplazado por ningún equivalente castellano (se le hubiera podido llamar tal vez “herramienta”, “instrumento”, “utensilio”, pero ya es demasiado tarde para buscarle nombres).
Ambos son igualmente válidos, aunque el diccionario académico solo registra aplicación en la acepción de “programa preparado para una utilización específica, como el pago de nóminas, el tratamiento de textos, etc.” Para aplicativo solo reconoce su uso moderno como adjetivo, pero su formación nominal es similar a la que han tenido algunos neologismos como facultativo, dispositivo, apelativo, entre otros. Será mejor esperar un tiempo para ver cuál de las dos variantes consigue imponerse. No sería extraño que el uso se inclinase por mantener con la equivalencia la división entre hispanohablantes de América y España que establecen otros términos del mismo ámbito: computadora / ordenador, computación / informática…
Carlos Arrizabalaga
Pero, independiente del origen del término, en el ambiente del celular, su nombre es APP. Hay APP (o APPs) para Android y para IOS.
Así como alguien que se llama Juan, James Jhon, Jhony, Maurice, Igor, Erick o como sea, no hay porqué traducirlo, APP, con ese nombre, es “eso” que se usa en celulares.
Soy persona vulnerable
app no es el nombre es el apocope del nombre
app es un apócope de la palabra aplicación (application)
ejemplo
bici es un apócope la palabra es bicicleta
el super . la tele. la refri Vero (Veronica) etc son apocopes
una apócope es la supresión de uno o varios fonemas de una palabra (en general, el último fonema) y son el resultado de las modificaciones de la lengua por el uso de sus hablantes
Fuente: https://www.ejemplos.co/40-ejemplos-de-apocope/#ixzz6Nn4E545y